Sánchez lamenta el pacto y dice que es «una pésima noticia para la democracia»

El paso dado en Castilla y León por el principal partido de la oposición cogió a Sánchez en Versalles, donde había acudido a la Cumbre informal de la UE que se celebra entre hoy y mañana con la crisis de Ucrania como tema central. Para cuando fue preguntado por el acuerdo ya había intervenido el presidente del Partido Popular Europeo, Donald Tusk. El dirigente polaco no se anduvo con rodeos. Habló de «capitulación» y confió en que lo sucedido sea solo «un accidente».

Una reflexión que fue aprovechada por Sánchez. «Me hago eco de lo que ya ha dicho el Partido Popular europeo». A partir de ahí, el presidente del Gobierno, en una breve declaración, definió lo sucedido como «una pésima noticia para la democracia española y para el PP». En su opinión, se trata de «una decisión» que los populares «van a pagar caro en términos políticos porque mucha gente no va a entender que abran la puerta por primera vez en nuestro país a un Gobierno con la ultraderecha».

Se trata, de hecho, del principal argumento que va usar el Ejecutivo para descalificar el acuerdo. La portavoz, Isabel Rodríguez, recalcó que nunca desde el fin de la dictadura había pasado algo similar; Fernando Grande-Marlaska añadió que «es lo más opuesto a la moderación que el señor Feijóo nos estaba anunciando» y Ione Belarra dijo que PP y Vox son «indistinguibles».

Pero si las críticas del PSOE y de Unidas Podemos fueron duras, las del PNV tampoco fueron menores. Y en este caso tienen un componente añadido. La llegada de Alberto Núñez Feijóo había alentado la posibilidad de un acercamiento entre Sabin Etxea y Génova. La relación entre el político gallego e Iñigo Urkullu es cordial y el sucesor de Pablo Casado forma parte de una generación cercana a Mariano Rajoy, con el que los jeltzales llegaron a numerosos acuerdos.

Pero la firma del acuerdo con Vox es para el PNV un sapo difícil de tragar. Y así se esforzaron en recalcarlo tanto Andoni Ortuzar como Aitor Esteban. «Un gravísimo error del PP, que legitima a un partido antidemocrático y antisistema. Un día nefasto para la democracia», afirmó de forma rotunda el presidente del Euzkadi buru batzar, Andoni Ortuzar. Una tesis que también defendió el portavoz en el Congreso.

Esteban afirmó que el PP «está legitimando un partido que es antidemocrático, que es antisistema y, además, le está facilitando áreas de poder para que puedan avanzar en políticas regresivas». «Si este es el cambio al que se iba a asistir en el PP, es como para estar más que decepcionados porque es sorprendente», añadió.

Esteban, además, lanzó una crítica velada a la incapacidad del PSOE y del PP para alcanzar grandes pactos. Algunos dirigentes socialistas, como el alcalde de Valladolid, Óscar Puente, habían planteado la posibilidad de que su partido se abstuviese en la sesión de investidura para facilitar el nombramiento de Alfonso Fernández Mañueco sin depender de Vox. Una opción descartada por Ferraz. «Los grandes partidos españoles tienen luces cortas. Y eso en lo que va a abundar es en un empeoramiento de la democracia y una legitimación indebida de partidos que no son democráticos», dijo Esteban.

Solo desde las propias filas de los populares se respaldó sin fisuras a Fernández Mañueco: «Bien hecho», dijo el presidente del PP alavés, Iñaki Oyarzábal.