«Sánchez ha beneficiado a algunas comunidades por sus necesidades políticas»

- Muchos vascos aguardaban a este momento para poder empezar su temporada de verano en Andalucía. ¿Estarán seguros allí?

- Absolutamente seguros. El nivel de contagios es ínfimo y estamos preparados. Hemos reforzado la atención sanitaria con 20.000 personas que se han contratado para el verano. Y en las playas tenemos a otras 10.000 asegurando que se cumplan todas las medidas de seguridad. Probablemente serán las playas más seguras de toda Europa.

- ¿Harán distinciones según la procedencia del turista? Se ha desatado cierta 'madrileñofobia' por temor a que se importen casos desde zonas más afectadas.

- Entendemos que las personas que vienen están sanas, por lo que no haremos ninguna distinción. En Andalucía tenemos una larga tradición de turistas vascos, muchos de ellos viven aquí la mitad del año. Esperamos que disfruten con nosotros y que compartamos la experiencia.

- La pandemia ha desatado grandes tensiones entre comunidades. ¿Cómo saldrá el Estado autonómico de este atolladero?

- El Estado autonómico tiene plena vigencia. Ya era una administración madura y ahora va a salir reforzada. Sobre todo porque el Gobierno central no ha sido capaz de gestionar algunos aspectos de forma eficiente. Lo que sí necesitamos es que la coordinación esté bien engrasada porque en esta crisis ha habido disfunciones.

- Usted ha sido muy crítico con las formas de Pedro Sánchez, pero en la última teleconferencia admitió que la cooperación había sido útil.

- El Gobierno de Sánchez no ha estado fino y eso lo sabe la mayoría de los ciudadanos. Ha habido muchos bandazos y ha faltado un plan, que es lo necesario en una crisis así. Llegábamos a las conferencias de presidentes con el plato hecho y aquello no era más que un diván para contar nuestras preocupaciones. A partir de ahí, lo que yo digo es que la cooperación institucional siempre es necesaria y útil.

- ¿Cree que no se ha tratado por igual a todas las comunidades?

- Se ha primado a unas sobre otras en función de las necesidades parlamentarias de Sánchez y eso ha beneficiado a algunas. Por ejemplo, a la hora de cambiar de fase en la desescalada. Creo que es un grave error. Un Gobierno de la nación nunca debe tener actitudes asimétricas respecto a los diferentes territorios.

- ¿Se refiere a Euskadi? ¿Ha salido beneficiada por el peso del PNV en el Congreso?

- A mí lo que me preocupan son las provincias de Andalucía. Yo nunca voy a criticar ni desear algo negativo a otra comunidad y menos al País Vasco, una tierra a la que tengo mucho cariño. Lo que sí creo es que el PNV, como socio del Gobierno, ha tenido una influencia notable y ha favorecido un comportamiento asimétrico.

- ¿No habría habido menos contraprestaciones al nacionalismo si el PP hubiera apoyado las prórrogas al estado de alarma?

- El PP ha apoyado cuatro de las seis prórrogas. Lo que no se puede exigir es un cheque en blanco permanente. Pablo Casado ha pedido negociación y diálogo, y Sánchez ni siquiera se ha dignado a llamarle. Al final el PP ha actuado con responsabilidad.

- ¿Con el PP en el Gobierno no habría habido seis prórrogas?

- Desde luego se habrían activado instrumentos legales distintos. Ahora ya no hay estado de alarma y aun así el Estado se ha reservado ciertas potestades. Existen leyes que el PP está dispuesto a negociar y apoyar.

- Usted pertenece al ala moderada del partido. ¿Está cómodo con el discurso bronco de representantes como Cayetana Álvarez de Toledo?

- El PP es un partido muy amplio. No somos monolíticos, por lo que tenemos matices y sensibilidades diferentes. Yo respeto el registro de nuestra portavoz en el Congreso, propio de la oposición, con un tono frontal y combativo. Hay otros que preferimos un estilo más suave, diferente. Pero al final a todos nos mueve lo mismo, un proyecto político alternativo y regenerador para España.

- ¿No hay margen para acuerdos amplios como el que se ha hecho en Castilla y León? Soraya Sáenz de Santamaría también ha roto su silencio para pedir diálogo y moderación.

- Depende de cada territorio. Alfonso Fernández Mañueco se ha encontrado en Castilla y León con un PSOE colaborador, pero eso no ha ocurrido a nivel nacional porque han preferido una actitud bronca casi constante. En Andalucía nos encontramos con un boicot de los ayuntamientos socialistas a tramitar ayudas de la Junta para las personas más vulnerables. Hay actitudes más y menos propositivas, y a mí desgraciadamente me ha tocado el PSOE más duro y combativo de toda España.

- ¿Cómo está viendo el acercamiento de Ciudadanos al PSOE? Usted gobierna con ellos, ¿ve el pacto en peligro?

- Ciudadanos es libre de pactar su posición y llegar a ciertos encuentros con el PSOE. No me preocupa porque la relación en Andalucía es muy fluida hasta el punto de que se han borrado las fronteras entre ambos partidos dentro del Gobierno. Y la alternativa es prácticamente imposible.

- ¿Se siente aludido cuando la izquierda les acusa de gobernar con fascistas? Fue el primero en recurrir al apoyo de Vox para llegar a una presidencia.

- No ofende quien quiere, sino quien puede. Mire usted, que lo digan precisamente quienes pactan con un partido como Bildu, que no condena de forma clara la violencia... Vox es una fuerza política constitucional que tiene sus legítimas posiciones, muchas de las cuales yo no comparto.