Rusia advierte a España de que las acusaciones sobre injerencia perjudican a las relaciones bilaterales

"Nos gustaría que nuestros colegas españoles respondan sobre el contenido de sus palabras y presenten hechos concretos" sobre casos de injerencia, declaró la portavoz diplomática rusa durante su habitual comparecencia semanal ante los medios de comunicación. Según su opinión, "el desdén en relación con la realidad objetiva y el entusiasmo injustificado con que se lanzan acusaciones sin pruebas en base a, entendemos, fuentes dudosas, obviamente no habla bien de la diplomacia española". "Tales acciones lo único que consiguen es dañar las relaciones entre Rusia y España", añadió y consideró especialmente "lamentable" que "la campaña antirrusa lanzada por medios de prensa occidentales haya sido elevada en Madrid a nivel oficial en el contexto de la crisis catalana". Zajárova expresó además su "perplejidad" por el hecho de que el ministro de Exteriores español, Alfonso Dastis, haya asegurado que "Rusia está supuestamente interesada en debilitar a España".

Su jefe, el titular de Exteriores, Serguéi Lavrov, ya dijo el miércoles que España y otros países europeos. además de Estados Unidos, "emplean la histeria sensacionalista como método de desviar la atención sobre la incapacidad de resolver los problemas". En particular, Lavrov se refirió a Cataluña como ejemplo de "los muchos problemas internos irresueltos" en España. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, también ha criticado a España por incriminar "sin fundamento" y cree que la actitud de Madrid "es la continuación de la histeria (...) ya demostrada por Estados Unidos". También hizo hincapié en la falta de "pruebas".

Sin embargo, todos estos argumentos exculpatorios quedaron desacreditados este jueves mismo durante una conferencia con motivo del 30 aniversario del Instituto de Europa de la Academia de Ciencias de Rusia. Tomó la palabra el director del Servició de Inteligencia Exterior (SVR), Serguéi Narishkin, para decir, con respecto a los dirigentes europeos en su conjunto, que "cuando en Cataluña les incomodaron los resultados del referéndum, la forma superior y más democrática de expresión de la voluntad popular, no sólo se negaron a reconocerlos, sino que además sometieron a los promotores de la votación a represalias de naturaleza política". Según Narishkin, "existe un abismo entre la percepción de la realidad de la euroburocracia y la que tiene la población". "Y vemos que las élites europeas continúan posicionándose como portadores de las esencias democráticas", agregó irónicamente.