El EBB, con la presencia de Iñigo Urkullu, se reunió ayer en Vitoria por el funeral por Xabier Agirre. e. c.

Los resultados del 14-F contentan a PNV y EH Bildu y no alteran el clima vasco

El espaldarazo a Sánchez despeja los temores jeltzales a una legislatura inestable y Otegi se jacta de que el secesionismo crece «por la izquierda»

Martes, 16 de febrero 2021, 00:11

Todos contentos. Y con cierta sensación 'gatopardiana', esa máxima política que exige que cambie todo para que nada cambie. El triunfo de Salvador Illa en las elecciones catalanas y el ligero reforzamiento de las fuerzas independentistas -que, si se cuentan las opciones extraparlamentarias, superan el ... 50% de los votos- dejan el tablero vasco más o menos como estaba, sin grandes damnificados ni beneficiados por el nuevo mapa parlamentario en Cataluña.

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Ya se presuponía que, en contraste con su carácter decisivo en la política española, el 14-F no iba a influir demasiado en Euskadi, a prueba de sacudidas externas por la cómoda mayoría absoluta de PNV y PSE. Pero el indudable protagonismo de los jeltzales y de EH Bildu en Madrid les obligaba a mirar de reojo y con sumo interés la suerte que corriera tanto Pedro Sánchez como sus socios de referencia en la liza del domingo.

El PNV, que reunió ayer al EBB de manera extraordinaria en Vitoria por el funeral del exdiputado general de Álava Xabier Agirre, guardó silencio tras unos primeros tuits de Andoni Ortuzar, la noche del domingo, en los que interpretaba que la sociedad catalana había pedido «diálogo». «Toca alumbrar una solución democrática para Cataluña», apuntó el presidente jeltzale.

Mendia celebra que salga reforzada la apuesta de Sánchez «por el diálogo» y Podemos habla de «éxito»

En realidad, el PNV ve con buenos ojos el triunfo de las opciones que cree más moderadas dentro de cada bloque -el PSC y ERC- porque lo considera favorecedor de la estabilidad en Madrid y, por extensión, de sus propios intereses. Los peneuvistas asumen que Sánchez ha dado en la diana al enviar a Illa a Cataluña y que el triunfo de ERC sobre Junts evita que, a corto o incluso a medio plazo, la legislatura implosione en Madrid. Pese a la amarga derrota de su partido 'hermano', el PDeCAT, que se ha quedado fuera del Parlament, los jeltzales respiran aliviados porque no ven en peligro la estabilidad y su continuidad como socios clave del Gobierno en Madrid.

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«Unionismo»

Para EH Bildu es igualmente una buena noticia el actual equilibrio de fuerzas, que beneficia a ERC, para quien Arnaldo Otegi ha hecho campaña, pese a visitar también a los presos de Junts y protagonizar algún acercamiento a la CUP. Ayer, Otegi se alegro por partida triple: por el triunfo del secesionismo con 74 diputados y el Parlament «más independentista de la historia», por el «aplastante» dominio del «autodeterminismo», donde incluye a En Comú Podem, lo que eleva la cuenta a 82 diputados, y por el reforzamiento del soberanismo «por la izquierda» mientras «el unionismo se mantiene por la extrema derecha» de Vox.

El PSE, cómo no, también celebró los resultados y la victoria de Illa, con quien Idoia Mendia mantiene una especial sintonía. Para la secretaria general de los socialistas vascos, su triunfo «reafirma la apuesta por el diálogo» de Pedro Sánchez, certifica el «fracaso estrepitoso de la derecha» y abre la puerta a una «nueva etapa» en Cataluña, que se centre en «dar soluciones». Para Elkarrekin Podemos, los ocho diputados que ha logrado mantener Jessica Albiach son un «éxito» y demandan un tripartito de izquierdas. Y el PP vasco mostró su apoyo a Alejandro Fernández, «un magnífico candidato».

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