Tamara Paredes, frente al bar donde fueron asesinados en 1990 sus padres, Miguel y Elena. A la derecha, la pareja. luis michelena

«Quiero saber por qué ETA asesinó a mis padres»

El Ayuntamiento de San Sebastián colocará mañana dos placas en memoria de Miguel Paredes y Elena Moreno, en un acto al que asistirán sus dos hijas

Viernes, 14 de enero 2022, 00:36

Tamara Paredes era una niña de 5 años cuando ETA asesinó a sus padres Miguel Paredes y Elena Moreno, un 6 de abril de 1990, en la Parte Vieja de San Sebastián. Un terrorista les disparó por la espalda cuando salían del bar Txiki y ... ambos resultaron muertos prácticamente en el acto. Una tercera persona, un soldado de la Marina que pasaba por allí, resultó herido por un disparo. La hija pequeña de los Paredes Moreno regresó ayer al lugar del atentado, el número 11 de la calle San Lorenzo, donde aquella noche cayó fulminado su padre, mientras su madre «aún con un hilo de vida, tras recibir dos tiros, le gritaba: '¡Mikel, Mikel...!' tratando de arrastrarse por el suelo para auxiliarle». «Cuando llegaron las ambulancias, les encontraron a los dos juntitos, sin vida», relata la joven.

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Tamara, de 37 años, y su hermana mayor, Sherezade, de 39, asistirán mañana, a las 12 del mediodía, junto a la abuela paterna y otros familiares, a la inauguración de dos placas en memoria de sus padres dentro de la iniciativa impulsada, desde la pasada legislatura, por el Ayuntamiento de San Sebastián para dar visibilidad en el espacio público a las víctimas del terrorismo y la violencia política.

«Conozco el nombre de un etarra que estaba en el mismo comando. Estoy por buscarle, invitarle a un café y preguntarle»

aclaración

El asesinato de la pareja donostiarra, ella de 27 años y él de 33, fue acompañado de «una falsa acusación» y «dolorosa estigmatización» que ha perseguido a la familia durante todos estos años: ETA vinculó al matrimonio con el mundo de la droga. «Los análisis toxicológicos realizados tras el atentado, sin embargo, acreditaron todo lo contrario. No se halló ningún resto de sustancias en sus cuerpos ni marcas de haber consumido», explica Tamara Paredes. Esta información la descubrió en 2014 gracias a una investigación de Covite para el libro 'Agujeros del sistema'.

Las dos hermanas fueron conociendo la verdad de la muerte de sus padres a cuentagotas. «Al principio la abuela no dijo nada, luego te explican que fue un accidente de coche y después en el colegio te enteras de que les ha matado ETA. Pregunté en casa y me dijeron que sí, pero que se equivocaron con ellos», rememora. A Tamara, sin embargo, no le cuadraba nada y se fue a la biblioteca del Koldo Mitxelena a revisar los archivos digitalizados del periódico y allí leyó lo que se decía entonces, que «estaban considerados como consumidores habituales de drogas».

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El atentado es uno de los más de 300 asesinatos de ETA sin resolver. La hermana pequeña explica que «ya no se va a poder hacer nada» porque «la persona que creemos que le mató murió en un enfrentamiento con la Guardia Civil en el barrio donostiarra de Morlans».

La pareja fue tiroteada cuando salían de un bar en la Parte Vieja. Es uno de los crímenes sin resolver

contexto

Testimonios en las aulas

En el sumario solo aparece un nombre, «un tal Balerdi Ibarguren, que era del comando, pero que no fue el autor material. El etarra -cita- había utilizado la misma arma para matar, años atrás, al policía José Álvarez Suárez», asesinato por el que la Audiencia Nacional condenó a Balerdi a 30 años de prisión. «Sé que estaba en el mismo comando que el que mató a mis padres y seguro que sabe quién fue y por qué. Es más, si me siguen diciendo que no puedo hacer nada para hallar la verdad del caso, estoy por buscar la información de Balerdi Ibarguren, invitarle a tomar un café y preguntarle directamente», apunta.

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La joven Paredes, que vive actualmente en Argentina por casualidades de la vida, tiene muchas lagunas en su memoria. No recuerda cómo eran Miguel y Elena. «No sé si eran cariñosos o no... No recuerdo nada, solo sé que íbamos de excursión y lo pasábamos bien», se apena. Tamara estudia Psicología en la Universidad en Argentina y le «encantaría» participar en la iniciativa Adi-adian de testimonios en las aulas. Se lo acaban de proponer. «Es muy importante que contemos a los jóvenes lo que nos ha pasado para que no se repita», cita.

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