![El PP quiere que solo haya un aspirante a la sucesión para preservar la unidad](https://s1.ppllstatics.com/elcorreo/www/multimedia/201806/06/media/cortadas/pp-aspirante-kipF-U502152459828KSC-624x385@El%20Correo.jpg)
![El PP quiere que solo haya un aspirante a la sucesión para preservar la unidad](https://s1.ppllstatics.com/elcorreo/www/multimedia/201806/06/media/cortadas/pp-aspirante-kipF-U502152459828KSC-624x385@El%20Correo.jpg)
Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
NURIA VEGA
Jueves, 7 de junio 2018, 01:42
Será la del PP una transición tan rápida que los dirigentes populares que se atreven con los vaticinios en privado no auguran batallas a cara de perro. La mayoría apuesta por llegar al congreso extraordinario que designará en julio al sucesor de Mariano Rajoy con una candidatura única que genere un amplio consenso. «Lo más deseable», reconoció ayer el coordinador general, Fernando Martínez-Maillo. Alberto Núñez Feijóo parte como favorito, pero ningún potencial aspirante enseñará sus cartas antes de que se ponga en marcha el proceso. «Cuando tenga algo que decir, lo diré», aplazó el presidente gallego.
La junta directiva nacional fijará el próximo lunes la fecha del cónclave y abrirá el plazo para la presentación de precandidaturas. Basta con los avales de cien afiliados para pugnar por la presidencia. Es por eso que la secretaria general, María Dolores de Cospedal, ve «muy difícil hablar de candidaturas únicas». La suya podría ser una opción. Ayer se prodigó en entrevistas en medios de comunicación sin cerrarse ninguna puerta. «No es el día para hablar de ese tema, estamos en el procedimiento y lo que tenga que ser, será», pospuso una y otra vez.
Al igual que el PP, Ciudadanos también se sintió molesto con los comentarios de José María Aznar sobre la reconstrucción del centroderecha. En su caso, porque consideran que los populares son agua pasada y ellos, el futuro. El secretario general del grupo liberal en el Congreso apuntó que el expresidente del Gobierno «ya no pinta nada en la escena política». Miguel Gutiérrez señaló que el PP ha dejado «hace tiempo de ser una alternativa de gobierno», mientras que Ciudadanos se ha dedicado a «ocupar ese espacio de centro, de centro liberal», con «un proyecto para España». Los populares, añadió, como los socialistas, forman parte de un sistema «caduco».
En los últimos años se han escrito incontables páginas sobre su ambición de suceder a Rajoy y sus desavenencias con Soraya Sáenz de Santamaría. El caso es que ambas aparecen en las quinielas, aunque cada vez con menos fuerza. Si a Cospedal le pudiera pesar su vínculo con Rajoy cuando el partido intenta abrir una nueva etapa, lo mismo podría decirse de la exvicepresidenta. Sáenz de Santamaría, además, no se ha trabajado el partido desde su llegada a La Moncloa.
Si quisieran batallar, la tradición establece que deberían medir discretamente sus fuerzas antes de dar el paso al frente. Igual que el resto de potenciales aspirantes. Después de que el presidente del PP vasco, Alfonso Alonso, confirmara ayer que no se presentará, se mantiene como posible candidata la presidenta del Congreso, Ana Pastor.
Hasta ahora lo importante para todo aquel que quisiera tener garantías de éxito era granjearse los apoyos de las organizaciones territoriales, pero los estatutos cambiaron en 2017. En el XVIII congreso nacional del PP se aprobó un sistema de dos vueltas en el que primero votan los militantes y después los compromisarios en el cónclave final. Este procedimiento permite que alguien que no cuente con apoyos orgánicos pero que tenga un perfil muy atractivo y capacidad de persuadir a las bases se gane la simpatía de la militancia. Difícil, pero posible. «Si surgiese un tapado, Feijóo lo fulminaría», sostiene un cargo nacional del PP.
De hecho, cada vez son más los que se inclinan por consensuar una lista unitaria. «Me gustaría llegar al congreso como siempre hemos llegado cuando las cosas las hemos hecho bien, con una candidatura única e integrados. Y en eso estamos», admitió ayer el portavoz en el Congreso, Rafael Hernando. Fuentes populares suscriben su deseo. Entienden que el presidente de Galicia debería construir su propuesta «teniendo en cuenta» lo que digan Cospedal y Sáenz de Santamaría.
Las llamadas a la unidad se han convertido en una constante. A un año de las elecciones autonómicas y locales, el PP no quiere ni un desliz. El presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, advirtió ayer de que cualquier síntoma de dispersión podría «penalizar» al partido en las urnas. Los populares tienen el convencimiento de que si aprovechan esta oportunidad de renovación, tienen el terreno ganado a Ciudadanos en el centroderecha.
En este escenario, Núñez Feijóo, con su mayoría absoluta en Galicia, es un valor nada despreciable. Ayer, en el Parlamento gallego, eludió desvelar sus planes y aplazó la pregunta para el pleno del 20 de junio. El BNG le recordó que «lleva en su mochila las fotos con un narco», Marcial Dorado, tomadas en los años noventa. En el PP confían en que la polémica no suponga otra rémora para el partido. «Antes de bañarse se tentará la ropa», dan por sentado. Si no, no entenderían que se postulase.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Noticias recomendadas
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.