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El lehendakari, Iñigo Urkullu, durante su intervención hoy en el Parlamento vasco. efe

EH Bildu y Podemos piden a Urkullu acabar con «la servidumbre en busca de sillones en eléctricas»

Critican la abstención del PNV al decreto de Sánchez y la tímida reforma del Tribunal de Cuentas, mientras que el lehendakari pide «prudencia» para no fomentar el «descrédito de las instituciones»

Viernes, 15 de octubre 2021, 12:15

Las puertas giratorias han vuelto esta mañana a la arena parlamentaria. Un día después de que el PNV se abstuviera en el Congreso en la votación del real decreto ley impulsado por el Gobierno de Pedro Sánchez para «detraer» a las grandes compañías ... eléctricas sus «beneficios extraordinarios», EH Bildu y Elkarrekin Podemos han hecho frente común –aunque en puntos separados– en la Cámara vasca para advertir al lehendakari de la «servidumbre que existe en busca de un sillón en esas y otras empresas» y reclamarle que «tome medidas». Iñigo Urkullu tiró del código ético y de la ley de incompatibilidades cuya función, dijo, «han mostrado ser útiles». «Calumnia que algo queda», ha llegado a replicar.

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No es la primera vez que este debate llega al Parlamento autonómico. La clave es el momento. A la negativa de los jeltzales a dar su 'sí' al decreto del Ejecutivo central para paliar la subida del precio de la luz a pesar de la presión de las eléctricas –no impedirá que la medida salga adelante al contar con otros apoyos como ERC y EH Bildu– se suma otra polémica reciente: la reforma del Tribunal Vasco de Cuentas Públicas. PNV, PSE y PP+Cs han acordado reforzar la mayoría para elegir a los miembros pero no se les impondrán periodos de carencia, lo que no evitará que pueda producirse, por ejemplo, un nuevo el caso como el de José Luis Bilbao. En 2015 pasó de ser diputado general de Bizkaia a máximo responsable del ente fiscalizador en sólo 48 horas.

El primer grupo en abordar hoy esta cuestión durante le pleno de control al Gobierno vasco ha sido EH Bildu. Josu Estarrona, que ha afeado la postura del PNV la votación del decreto sobre las eléctricas, ha advertido de la existencia de puertas giratorias en Euskadi, de una «servidumbre en busca de un sillón en esas empresas». No ha dudado, además, en dar nombres, tanto de excargos públicos y de dirigentes jeltzales, «¿Va a tomar medidas?», ha interpelado al lehendakari. «No estamos en contra del salto al ámbito privado de personas con experiencia en gestión de lo público, pero con regulación y supervisión», ha añadido Estarrona. «Sobre esta cuestión impera un silencio ensordecedor. Hay que alzar la voz por limpieza democrática», ha apostillado el parlamentario abertzale.

Iñigo Urkullu ha recordado el Gobierno vasco cuenta con un código ético desde mayo de 2013 y que un año después se aprobó la ley de incompatibilidades, dos herramientas que, ha afirmado, «han mostrado que son útiles». «Hemos tomado medidas, y si hay que tomar más, se tomarán», ha asegurado. El lehendakari ha apelado a la «prudencia» a la hora de abordar esta materia. «La extensión de sospechas no contribuye a garantizar la confianza de los ciudadanos en las instituciones», ha subrayado. Y ha terminado su intervención con un reprocha a EH Bildu: «El pleno es para el control del Gobierno y eso no está pasando hoy».

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Tras esa afirmación llegaba el turno de Elkarrekin Podemos-IU, que ha vuelto a incidir en «las estrechas relaciones que mantienen miembros de la Administración y del partido –en alusión al PNV– con eléctricas y que luego ocupan puestos en sus consejos de administración», ha lamentado David Soto. Durante su respuesta, la segunda sobre la misma cuestión, Iñigo Urkullu ha elevado el tono. «Le pediría un poco de rigor y que mire en su propia casa», ha espetado al parlamentario de Elkarrekin Podemos-IU. «Habla de conflicto de intereses cuando no está probado. Me suena a eso de 'calumnia que algo queda'», ha añadido. Sorprendido por las palabras del lehendakari, Soto le ha emplazado decir «qué personas de su espacio político» ocupan puestos en eléctricas porque, ha dicho, «a la cabeza no me viene ninguno». «Las puertas giratorias suponen un descrédito para las instituciones vascas», ha reiterado.

Ha vuelto el lehendakari a tirar del código ético y de la ley de incompatibilidades. «No creo en la endogamia de la acción política. Al contrario. El desempeño de un cargo público no puede ser causa de sospecha o inhabilitación para cumplir cualquier otra función, siempre que se regule», ha insistido. Urkullu ha instado a los grupos a defender en el Parlamento las reformas y medidas que consideren, como también, ha remachado, a «acudir a los tribunales» si tienen pruebas de irregularidades.

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