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Óscar Puente ha asumido definitivamente en el Gobierno y en el PSOE el rol de defensor no sólo de los acuerdos políticos con EH Bildu, sino de su proceso de normalización política tras el fin de ETA. Si la semana pasada, nada más revelarse la ... moción de censura contra UPN en Pamplona, decía no tener «complejos» en definir a la coalición abertzale como «partido progresista democrático», ayer el ministro de Transportes daba un paso más: «Ha cumplido con las reglas de nuestro país y tiene todo el derecho a participar de la vida política como el que más».
El exalcalde de Valladolid, que participaba en un foro organizado por 'El Mundo', insistió en hacer una «reflexión» sobre la participación de la izquierda abertzale en la política recordando que él mismo pertenece a un partido cuyos representantes fueron objetivo de ETA. «Yo también he tenido que mirar debajo del coche y pensé, supongo que como tantos, que eso nunca terminaría. Formaba parte de nuestro paisaje el despertar con el sobresalto de algún atentado y pensábamos que eso no iba a acabar. Pero acabó hace unos cuantos años», rememoró.
Puente considera que, una vez disuelta la banda terrorista, EH Bildu debe ser tratada como una fuerza más. «Quince años después del fin de ETA -en realidad, se produjo hace cinco, en 2018- parece que ahora tampoco permitimos o no queremos permitirles intervenir en la vida política o gobernar. Esto no tiene sentido, espero que se recapacite sobre dónde se está dirigiendo en determinados ámbitos el país», apuntó el ministro en una referencia implícita a las formaciones de la derecha.
En esa misma línea, defendió la moción de censura que EH Bildu ha acordado con el PSN, Geroa Bai y Contigo Zurekin para desalojar a UPN de la Alcaldía de Pamplona. Una maniobra contra la que se manifestaron cerca de 10.000 personas el domingo en la capital navarra en una concentración convocada por la formación regionalista y que contó con la asistencia de Alberto Núñez Feijóo. Puente dijo no entender esa convocatoria. «Es como si yo me manifestara por el pacto PP-Vox en Valladolid», afirmó en alusión a su ciudad, donde un pacto entre las derechas le arrebató el bastón de mando tras haber ganado en las urnas.
El titular de Transportes, que desde que accedió al cargo se ha visto envuelto en varias polémicas en las redes sociales, reconoció que «hace tiempo» decidió gestionar él mismo sus cuentas porque «son una prolongación de lo que es un político». La pasada semana, su jefe, el presidente Pedro Sánchez, le daba un consejo en público durante la presentación de su libro: que dejara ese trabajo «en manos de un 'community manager'».
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