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Ana Erostarbe y Rafaela Romero, en la presentación de ayer. manu cecilio

«No se puede poner vallas a la memoria. Hay muchas responsabilidades»

La socialista Rafaela Romero presentó este jueves sus memorias en Bilbao: «Algunos no murieron pero perdieron su vida»

Jueves, 20 de octubre 2022, 23:26

'Hasta que me mates' es el título que Ana Erostarbe ha elegido para las memorias de Rafaela Romero. La abogada y política vasca cuenta su vida, tanto la personal como la parte pública, en una obra que se presentó ayer en la biblioteca de ... Bidebarrieta. Buena parte de ellas giran en torno «a la violencia sufrida por el pueblo español y el pueblo vasco por parte de una organización terrorista durante tanto tiempo y sin ninguna justificación».

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Durante la obra, la política vasca rinde homenaje a las víctimas de la violencia de persecución. Pone énfasis en «las consecuencias que tuvo el hostigamiento en sus familias, en el apartamiento social y en las heridas que quedan en la sociedad, en el dibujo político, social y cultural que ha quedado. Todos no hemos llegado en las mismas condiciones y todo no se puede haber curado en tan poco tiempo», advierte. Pide «autocrítica» en alusión a la izquierda abertzale porque las responsabilidades, más allá de la primera línea, son incontables y no se puede poner vallas a la memoria».

En aquel mundo lleno de escoltas recuerda que «algunos no murieron pero perdieron su vida y no volverán a ser los mismos». Romero aboga por narrar «sus vidas porque falta mucho por contar». Asimismo, destaca «el papel de las víctimas que nunca eligieron un bando ni eligieron ser víctimas. Son las verdaderas ganadoras y gracias a ellas tenemos ahora libertades», agradece.

Vivencias íntimas

«Lo personal es político, que es un principio del feminismo y también del socialismo», recuerda Rafaela Romero, que indaga en las 172 páginas editadas con mimo por Alberdania en experiencias tan duras como el maltrato de su padre a su madre o un abuso sexual sufrido a manos de un profesor. «Son vivencias íntimas pero universales que dejan aprendizajes. Del dolor, superación. Y de la violencia, supervivencia y resistencia. El problema es cuando no existe una red para poder salir», zanja.

También echa un vistazo al panorama político actual. «Vivimos un retroceso en cuanto a las propuestas totalitarias o, al menos, que no respetan los derechos humanos», asegura Romero con tono de preocupación. Es un peligro a ambos lados de la esfera política. «Sucede con los discursos de la extrema derecha aquí y con la extrema izquierda, con Putin como referente de una parte del mundo», asegura. «Hay que ser muy precavidos. No es una buena época para los Derechos Humanos».

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