![El PSOE se harta de las críticas de González y Guerra a Sánchez y les acusa de «desleales»](https://s3.ppllstatics.com/elcorreo/www/multimedia/2023/09/21/felipe-gonza-lez-y-alfonso-guerra-kY5-U210217792902lAD-1200x840@El%20Correo.jpeg)
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La dirección del PSOE ha dicho basta. El secretario de Organización, el navarro Santos Cerdán, se ha visto obligado a salir al paso de las duras críticas que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, está recibiendo en los últimos días por parte de lo más ... granado de la llamada vieja guardia por sus pactos con Carles Puigdemont. Para Cerdán, el 'número tres' de Ferraz, si aquí hay alguien «desleal» son ellos, en referencia al expresidente Felipe González y su exvicepresidente Alfonso Guerra, que la noche del miércoles se despacharon a gusto contra Sánchez tachándole de «disidente y desleal», en palabras del segundo, que presentaba su libro. Ambos denunciaron que la amnistía que exige el independentismo para negociar la investidura es «un chantaje, no es constitucional y tampoco políticamente aceptable».
El fuego amigo se recrudece en las filas socialistas, pero Ferraz, al menos de momento, no tiene la intención de aplicar medidas disciplinarias contra ambos al considerar que lo sucedido con ellos es diferente a lo sucedido con Nicolás Redondo Terreros, ex secretario general de los socialistas vascos, cuya expulsión fue anunciada la semana pasada por su «continuado menosprecio a las siglas». Hacerlo, ir a por González, son palabras mayores.
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Pero una cosa es aceptar las críticas y otra muy diferente quedarse de brazos cruzados. Las voces críticas dentro del PSOE no paran de crecer, sobre todo entre los más veteranos. Se trata de destacados 'ex' que al no tener nada que perder gozan de la suficiente libertad para decir lo que piensan. De ahí que el gran objetivo de Cerdán fue intentar taponar la hemorragia y pedir respeto para la actual cúpula del partido. «Desleales son los que no respetan las mayorías del partido, ¿no? Yo creo que en el 2016 hubo una decisión de los militantes, que fue refrendada en el 39 y el 40 Congreso del PSOE, y esa es la voluntad y la palabra del Partido Socialista», zanjó.
Desde los pasillos del Congreso, explicó que la ejecutiva «respeta» lo que puedan decir sus exdirigentes, «pero no es la decisión del Partido Socialista. Y no como antes, porque ahora los militantes pueden elegir». En este sentido, remarcó que los militantes podrán pronunciarse sobre lo que se acuerde para una hipotética investidura de Pedro Sánchez, ya que se someterá a consulta.
No fueron las únicas críticas. El antecesor de Cerdán como 'número tres' del PSOE y actual diputado, José Luis Ábalos, pidió a ambos que se «respeten a sí mismos» y que se apliquen la misma lealtad que ellos exigieron en otros momentos.
Entre la concurrida conferencia impartida por González y Guerra la noche del miércoles estaban el expresidente del Gobierno aragonés, Javier Lambán, y el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, quien aconsejó a Ferraz escuchar a González y Guerra, «unos monstruos» que «protagonizaron el mayor éxito de la izquierda en este país». De hecho, Page es el único barón crítico con la posibilidad de aprobar una amnistía abonada por el propio Sánchez. Ayer, aprovechando el río revuelto en las filas socialistas, Alberto Núñez Feijóo le telefoneó en su ronda de contactos de cara a la investidura de la semana que viene. El equipo del castellanomanchego se afanó en aclarar que charló con él por cortesía, como hizo Urkullu.
«Si nuestra investidura era necesaria ahora se ha convertido en imprescindible. Vamos a defender la Constitución, a sentirnos orgullos de la Transción, y a defender la unidad y la igualdad de todos los españoles», subrayó ayer Feijóo en el Congreso. «Me alegro de que muchos socialistas se atrevan a hablar por primera vez de lo que está ocurriendo porque una amnistía es una condena a la democracia», espetó.
La tensión se ha disparado sobremanera y los reproches de González y Guerra a Pedro Sánchez también resonaron en Waterloo. El expresidente catalán fugado en Bélgica, Carles Puigdemont, recurrió a sus redes sociales para asegurar que «hay políticos que, cuando hablan, hacen subir el precio del pan, y otros que hacen subir el precio de la cal viva», en clara referencia a los GAL.
Por su parte, el president actual, Pere Aragonès, aseguró que es gracias «al nacionalismo español de Guerra y de González que, desde hace muchos años, Cataluña ha decidido que el modelo que nos ofrecen no es el modelo que necesita el país». «Han conseguido -apostilló- que muchísima gente que hace un tiempo no defendía la independencia de Cataluña, hoy la defienda».
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