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El pleno del Congreso registró ayer un nuevo ejemplo de que la relación PSOE-PNV no pasa por su mejor momento. Dio igual que
los socialistas anunciaran su voto a favor de la reforma de la ley del Tribunal Constitucional propuesta por los jeltzales, apoyo ... que va a permitir la tramitación de la iniciativa. El discurso del partido de Pedro Sánchez, escéptico sobre el respeto de los nacionalistas a la Carta Magna -«va según el día»-, fue catalogado por Aitor Esteban como «incendiario». «Muy bien, Odón, así se 'consolida' a un aliado del Gobierno», ironizó.
Odón es Odón Elorza. El exalcalde de San Sebastián fue el encargado de fijar la posición de los socialistas ante una iniciativa que solicitaba la modificación de la ley del Constitucional con dos objetivos: rebajar los castigos a cargos públicos que desobedezcan los fallos del TC y, sobre todo, eliminar el recurso previo de inconstitucionalidad que el tribunal puede presentar ante las reformas de los estatutos de autonomía antes de su aprobación. En 2015 PP y PSOE unieron sus votos y recuperaron esta figura jurídica para evitar casos como el del 'cepillado' del Estatut, al que el Constitucional modificó 14 artículos en 2010, cuatro años después de entrar en vigor.
La reforma legal se va a tramitar, pero no prosperará todo su contenido ya que el PSOE solo se mostró partidario de revisar el asunto de las multas. El blindaje de los estatutos planteado por el PNV solo fue apoyado por los partidos independentistas del Congreso y Podemos.
El jeltzale Mikel Legarda defendió la derogación del recurso previo de inconstitucionalidad asegurando que «distorsiona» la labor de los parlamentos autonómicos y otorga, a su juicio, al TC un poder que no le corresponde. «Lo convierte en la tercera cámara de las Cortes, se instrumentaliza y permite judicializar procesos que deberían solucionarse desde el diálogo político». Mertxe Aizpurua, portavoz de EH Bildu, fue más allá catalogando el TC como un «tribunal político» que «horada la voluntad democrática de las naciones sin estado».
Elorza fue el último en tomar la palabra, y encendió los ánimos en el PNV. Negó que el recurso suponga «un veto al diálogo» y recordó que los jeltzales apuestan por una consulta habilitante en la reforma del Estatuto -que no permite la Constitución-, por lo que dudó de la postura que adopta Sabin Etxea sobre el acatamiento de la Carta Magna. «Hay vaivenes, depende de si es día para o impar o si leo a Ortuzar o a Urkullu».
La réplica la dio de inmediato Esteban a través de las redes sociales, en las que reprochó al portavoz socialista el tono «agresivo» y la alusión a que el PNV no apoyara en 2017 la aplicación del artículo 155 en Cataluña tras la declaración unilateral de independencia. «¿Dónde estaban ese día álgido en el que había que defender la Constitución ante un atropello?», insistió Elorza.
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