Carmelo Barrio y Carlos Iturgaiz comparecieron ayer en el Parlamento vasco. EFE

El PSOE se aleja del plan de Urkullu y el PP vasco lo tacha de «delirio»

Mendia recuerda que es el TC quien interpreta la Constitución mientras que López avisa de que no cabe una «España a dos velocidades»

Sábado, 2 de septiembre 2023, 00:34

La vieja pero recién rescatada aspiración de Iñigo Urkullu para reinterpretar la Constitución sin tener que reformarla continúa marcando la agenda política nacional, y también la autonómica, pero sin sumar adeptos destacados. Pese a las voces del Gobierno que el jueves se esforzaron por valorar ... la propuesta del lehendakari, lo cierto es que el PSOE comienza a marcar claras distancias sobre un plan que, insiste, no es el suyo. Tampoco lo comparte el PSE-EE, socio del PNV en Euskadi, que reivindica el papel del Tribunal Constitucional, y mucho menos está de acuerdo el PP vasco, que habla de «delirio nacionalista».

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Desde luego, si Urkullu pretendía dar un golpe en la mesa y devolver el debate territorial al primer plano, lo ha conseguido. Al menos si se tiene en cuenta la catarata de reacciones que ha suscitado su propuesta de una convención constitucional, un órgano que actualice la visión de la Carta Magna sin necesidad de activar el intrincado proceso de reforma previsto en la propia norma suprema. Una iniciativa que el mandatario vasco, aprovechando las necesidades aritméticas de Pedro Sánchez para ser reelegido, desea poner en marcha en el plazo de un año para avanzar en la concepción plurinacional del Estado.

Que la propuesta ha generado un intenso debate es evidente. Otra cosa bien diferente es que tenga visos de éxito, máxime cuando ni siquiera formaciones soberanistas como ERC la comparten. Tampoco lo hace el PSOE, que si bien pone en valor que se formulen planteamientos «dentro del marco constitucional» por parte del nacionalismo, se desentiende del campo de juego propuesto por Urkullu. «Uno de nuestros principios es la igualdad y no que en España progresen unos en primera velocidad y otros en segunda. No forma parte de nuestro ADN y, por tanto, no lo compartimos», aseguró ayer el portavoz socialista en el Congreso, Patxi López.

«Es una demanda irreal e innecesaria para los vascos, no preocupa a nadie en realidad», dice Iturgaiz

El escepticismo de Ferraz se vio acrecentado con otra voz también vasca y destacada en el núcleo duro de Sánchez, la de Idoia Mendia. La vicelehendakari segunda y secretaria de Estudios y Programas del PSOE, que asistió a la comparecencia del martes en la que Urkullu proclamó su propuesta, aseguró que su partido tiene «otro modelo de Estado» y recordó que la Carta Magna ya tiene «un intérprete», el Tribunal Constitucional. En todo caso, Mendia sí que valoró que la iniciativa del lehendakari «reconoce que desde la unilateralidad no se puede avanzar y que tiene que estar todo dentro del marco constitucional».

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«Las labores de casa»

Contrario y mucho más beligerante se muestra el PP vasco, que se suma a la corriente mayoritaria en el partido a nivel nacional pese a que también hay voces discordantes como la del gallego Alfonso Rueda, que ve una propuesta «bien encaminada». Nada de eso para Carlos Iturgaiz, quien la tachó ayer de «ocurrencia para satisfacer los delirios nacionalistas». «Es una demanda irreal e innecesaria para los vascos. Sigue mareando con el ideario nacionalista que no preocupa a nadie en realidad», explicó el presidente de los populares en Euskadi.

Iturgaiz alertó incluso de que el planteamiento del lehendakari «pone en riesgo» la Constitución misma. «No podemos dejarla en manos de quien se la quiere cargar y destruir, como es intención de los partidos nacionalistas y secesionistas», avisó. Y es que, según el dirigente conservador, lo que pretende Urkullu es que haya «una nueva pensada para hacer una consulta, referéndum y proyectos separados del resto de España».

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Por su parte, Ezker Anitza-IU hizo ayer un llamamiento al lehendakari para que se «encargue de las labores de su propia casa» y ponga en marcha los acuerdos alcanzados durante la pasada legislatura para reformar el Estatuto de Gernika.

Iturgaiz prevé un último curso de mandato «continuista»

«Incertidumbre y continuismo» marcarán, según el PP vasco, el último curso de la tercera legislatura de Iñigo Urkullu. Incertidumbre porque, según señaló ayer Carlos Iturgaiz, el lehendakari no ha querido despejar el horizonte electoral de las autonómicas «y oculta la hoja de ruta que ya tiene decidida». Y continuismo porque, en opinión del líder de los populares en Euskadi, el PNV seguirá hablando de «ensoñaciones nacionalistas» en lugar de «dar soluciones a los problemas reales». El PP vasco, que afronta este nuevo curso político en solitario en el Parlamento tras la marcha de José Manuel Gil (Cs) al Grupo Mixto, considera que el conflicto laboral en la Ertzaintza y los problemas en Osakidetza deben ser las prioridades en la agenda política del Gobierno de PNV y PSE-EE. Y no, en cambio, la reforma educativa. «Es un proyecto de ley tan complejo que no lo podemos ventilar en poco tiempo. Pedimos su ampliación», aseguró Iturgaiz.

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