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«Esto no es cosa de dos. No lo es». Si ha habido una tesis que el PSE-EE ha tratado de refutar hasta la extenuación durante esta campaña ha sido la de que todo se reduce a una disputa entre PNV y EH Bildu. ... Ante la evidente polarización nacionalista, los socialistas se han erigido en garantes de la estabilidad y del «cambio tranquilo» ensalzando su participación en los gobiernos municipales, forales y el autonómico. También en el nacional de Pedro Sánchez, a cuyo efecto se encomendaron en 2019 y a cuya gestión se aferran cuatro años después para seguir siendo una fuerza «determinante» en Euskadi.
Los socialistas vascos han bajado la persiana de la campaña este viernes en Vitoria, precisamente el epicentro de sus aspiraciones para la cita de mañana. Hace doce años que el PSE-EE no ostenta la makila en una capital vasca –hasta 2011 gobernó Patxi Lazcoz en la ciudad alavesa y Odón Elorza en San Sebastián– y ahora las encuestas le conceden opciones reales con Maider Etxebarria, que a punto estuvo de dar la campanada ya en las anteriores elecciones. Y justo en Vitoria es donde PNV y EH Bildu han puesto más empeño en polarizar la carrera hacia las urnas, tratando de arrinconar a la aspirante socialista.
Frente a ese escenario, Eneko Andueza ha reivindicado que el PSE-EE «es la garantía de que PNV y Bildu no vuelven a acordar para hacer un país sólo para ellos». El líder socialista ha recordado entendimientos entre las fuerzas nacionalistas como los de Lizarra y el plan Ibarretxe porque, según ha dicho, «ahora se tiran los trastos a la cabeza, pero cuando les conviene se ponen de acuerdo». «Mientras unos estaban midiendo a ver quién es más nacionalista, nosotros estábamos a lo que teníamos que estar», se ha congratulado sobre la dinámica de la campaña para el 28-M.
Andueza ha dirigido la mayoría de sus reproches al PNV, socio en todos los estratos institucionales de Euskadi y del que sugirió que «ha perdido los nervios y el norte». Frente a las acusaciones de que el Gobierno de Patxi López fue una «chapuza», ha realizado una comparación: «La Sanidad la llevaba un señor llamado Rafael Bengoa; ahora, con el PNV, la lleva Gotzone Sagardui. Con eso está todo respondido». Además, ha acusado a los jeltzales de «dar una patada a la ciudadanía vasca» al votar en contra de la reforma laboral y la ley de vivienda.
En líneas generales, el PSE-EE afronta la cita electoral de mañana con la intención de revalidar los resultados de 2019, cuando se enganchó al 'efecto Sánchez' para recuperar el terreno perdido cuatro años antes frente a Podemos. Los socialistas buscan retener feudos históricos como Portugalete, Irún, Eibar y Ermua, poner la guinda con un triunfo en Vitoria 16 años después y mantenerse como actor imprescindible en un buen número de ayuntamientos, así como en las tres Juntas Generales.
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