El 40% de los presos de ETA en España cumple ya condena en Euskadi y Navarra

El número de internos ha ido reduciéndose, básicamente, por el paso del tiempo. El cumplimiento de las condenas ha hecho que en estos años hayan ido saliendo los reclusos que fueron condenados a principios de los ochenta. La derogación de la 'doctrina Parot' hizo que casi de una tacada más de 60 históricos miembros de la organización quedasen en la calle a finales de 2013.

Su salida supuso un balón de oxígeno para la dirección de Sortu. La falta de contrapartidas tras el cese del terrorismo había generado importantes tensiones internas y había dado alas a los grupos disidentes. La izquierda abertzale se tuvo que emplear a fondo para evitar que el incendio se propagase. Convirtió a Antton López 'Kubati' en una especie de emisario que recorrió cárceles y asambleas para convencer a presos y familiares de que la estrategia era la correcta. La crisis se recondujo, pero seguía sin haber movimientos. Así que, cuando Pedro Sánchez apostó por la moción de censura, Arnaldo Otegi y los suyos lo vieron claro.

En el momento que el PSOE alcanzó el poder en las cárceles españolas había algo más de 230 presos. El ritmo de excarcelaciones ha sido el habitual. La gran novedad ha sido el fin de la política de dispersión. En estos momentos, alrededor de 80 cumplen condena -o están a punto de hacerlo- en Euskadi y Navarra (más del 40%), la mayoría están en centros a unos 300 kilómetros de estas dos comunidades y solo cinco están a más de 500 kilómetros, en la cárceles madrileñas de Estremera y Aranjuez.

La excarcelación de los presos ya es otra cosa. A finales de septiembre la AVT presentaba un informe en el que calculaba que dentro de cinco años estarían en la calle otros 47, y que dentro de una década quedarían alrededor de 80 etarras en prisión. Serían los condenados con el nuevo Código Penal para los que la ley no acepta beneficios penitenciarios.

La reflexión lanzada por Arnaldo Otegi sobre la posibilidad de que el Gobierno cambie la ley para facilitar las salidas es una vieja aspiración de la izquierda abertzale. El objetivo no sería tanto la excarcelación definitiva, sino la aplicación de beneficios que alivien las condenas o permitan los terceros grados. Exprimir al máximo la legislación. Y en esas están Iñigo Iruin y Rufi Etxeberria.