El 60% de presos de ETA se acoge a beneficios al asumir el daño causado

Los datos sirven para confirmar que este asunto se mueve. Instituciones Penitenciarias ha acercado, o anunciado el traslado, de hasta un centenar de internos de ETA hasta este mes de noviembre durante el Gobierno de Pedro Sánchez, según la comisión de presos de Sortu. La izquierda abertzale sostiene que son pasos «tímidos e insuficientes» y pide una mayor voluntad para poner fin a la política de «dispersión y excepcionalidad».

El conjunto de reclusos etarras en Francia y España es de 229, de los cuales nueve no pertenecen al colectivo EPPK y algunos de estos últimos forman parte de la disidencia de ATA. Cinco de los trasladados tampoco pertenecen al autodenominado Colectivo de Presos Políticos Vascos. Según datos facilitados por Sortu, de los acercados, 17 se encuentran ya en libertad tras haber agotado íntegramente sus condenas o, como en tres de los casos, tras acceder a la libertad condicional previa. De los traslados anunciados en los meses de octubre y noviembre, catorce de ellos no se han materializado o no han llegado aún al destino anunciado y uno no va a realizarse porque a la presa le llegó el final de la condena mientras se encontraba en tránsito a la prisión de Logroño.

Del conjunto de internos, 189 se encuentran en prisiones españolas, más otro siete presos que no son miembros del EPPK, y 32 están en Francia. En total, 165 son hombres y 24 son mujeres. De los 189 reclusos integrados en el EPPK, 129 se encuentran en primer grado de clasificación o régimen cerrado. Otros 56 se acogen a segundo grado o régimen ordinario. Y otros ocho reclusos disfrutan de tercer grado o semilibertad.

En la actualidad, 65 de los presos han cumplido ya tres cuartas partes de la condena y podrían por ley optar a la libertad condicional. Sin embargo, para ello son requisitos imprescindibles estar clasificado en segundo grado y haber disfrutado de permisos ordinarios.

La izquierda abertzale reconoce el cambio en la política penitenciaria -un goteo que si sigue adelante podría desactivar esta cuestión en los próximos meses-. Pero al mismo tiempo considera que los pasos que se han dado son todavía «demasiado tímidos» y que la dureza de la batalla política enrarece un debate que está socializado en Euskadi.

En ese sentido, reclama al Ejecutivo de coalición PSOE-Unidas Podemos una mayor decisión y dar carpetazo a «las estrategias de excepción y aislamiento» a pesar de admitir que se han dado algunos avances en esta dirección en los últimos meses. En concreto, su petición es la del acercamiento de todos los presos a las cuatro prisiones vascas y navarra (Basauri, Martutene, Zaballa y Pamplona) en el marco de «la apertura de un nuevo tiempo en el que hay que construir la convivencia y cerrar las heridas del pasado».

Los próximos meses pueden ser determinantes para encauzar esta cuestión. Una vez que quede encaminado el asunto de los reclusos que aceptan la legalidad penticenciaria, emergerá el papel de un grupo cercano al medio centenar de reclusos, que se muestran más escépticos, pero que siguen en la disciplina del EPPK.