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Corredor de la prisión de Basauri, con varios reclusos al fondo. Fernando Gómez
«Qué tiene un preso de ETA que no tienen los demás para que acepten sus traslados», pregunta el PP

«Qué tiene un preso de ETA que no tienen los demás para que acepten sus traslados», pregunta el PP

La consejera María Jesús San José recalca que «el único criterio es el arraigo»

Viernes, 21 de febrero 2025, 14:28

«Tengo una duda existencial. ¿Qué tiene un preso de ETA que no tienen los demás para que acepten sus traslados?». Es la pregunta que ha lanzado este viernes Santiago López, parlamentario del PP, durante el pleno de control celebrado en Vitoria. «Arraigo. Ese es el único criterio», le ha replicado la consejera socialista María Jesús San José.

El 99,06% de los presos de ETA que solicitaron su traslado a cárceles vascas logró su objetivo desde que el Gobierno vasco asumió la competencias de prisiones, en octubre de 2021. Es el porcentaje que reconoce el propio Ejecutivo que lidera Imanol Pradales en una respuesta al parlamentario del PP. Sólo una de las 106 peticiones ha sido rechazada. El dato contrasta con fuerza cuando se compara con la cifra de presos comunes que ven aceptada su solicitud de venir a Euskadi, uno de cada cuatro.

Según los datos ofrecidos del área de Justicia, 907 delincuentes comunes vinculados a Euskadi e internos en cárceles del resto de España han remitido un escrito formal para su reubicación en Zaballa, Basauri o Martutene. Sólo 223 recibieron la autorización, un 24%.

El departamento de Justicia y Derechos Humanos, que lidera la socialista María Jesús San José, apela siempre al «arraigo». Es algo que se analiza de forma «individualizada» y el factor determinante es «la vinculación familiar». Cuentan con «preferencia» quienes tienen hijos en Euskadi, seguidos de los que están casados o con pareja estable y, por último, aquellos con padres o hermanos. «Se valora así la acogida que puedan proporcionarles a la hora de facilitar las salidas y su reinserción social». También se toman en cuenta las relaciones de amistad y se da prioridad a los que llevan más tiempo fuera, algo que también avala las peticiones de los reclusos de ETA.

La mayor parte de los reclusos de la banda, en torno a 140, cuenta con familiares en Euskadi. Desde el final de la política de dispersión, todos ellos cumplen condena en centros penitenciarios vascos y navarros, salvo cuatro que están en Francia.

«Reinserción social»

«¿Por qué un solo preso de ETA tiene más arraigo que nadie mientras que los demás no tienen aquí ni un primo segundo?», se ha preguntado Santiago López. «¡Qué casualidad que todos los presos de la banda lo cumplen! Y, cuando las casualidades se acumulan, no lo son«, ha asegurado. «Luego lo que sucede es que tienen las prisiones al límite. Han montado una fiesta en casa sin saber cuántos invitados tendrán. Y entonces se tienen que poner a dar terceros grados«, ha lamentado.

San José, por su parte, cuestionó que «al PP sólo le preocupan algunos presos. Nos han preguntado por traslados, por Aukerak, y en todo hemos demostrado que no hay trato de favor con ellos. Es lo contrario de lo que hizo su partido cuando gobernó». También ha recalcado que «el arraigo existe o no existe. Y se tiene mucho en cuenta porque esos lazos también ayudan en la acogida que pueden prestar los familiares en las salidas y cuando acceden al tercer grado porque sirven de red para lograr una correcta reinserción social».

Este mismo jueves, el Gobierno vasco aprobó el acceso al tercer grado de otros tres reclusos de la banda. Se trata de Jon Zubiaurre Aguirre, Javier Zabalo Beitia e Iván Apaolaza Sancho.

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