Juicio por delito de odio

«Me preguntó si era del PP, me gritó facha y 'gora ETA' antes de darme un puñetazo»

La investigada, en cambio, sólo ha admitido «un empujón» y no recordar bien aquel episodio debido a la ingesta de alcohol. «Hasta el día siguiente desconocía que era del PP», ha matizado en la sala de vistas ante la mirada de los magistrados Jesús Poncela, Francisco García Romo y Elena Cabero. Esta chica ha añadido que «sabía que le llamaban 'el pijo' y que se hizo famoso por una foto en la que aparecía haciendo el saludo fascista (en referencia a una imagen que se viralizó cuando la víctima era menor de edad)». También ha argumentado que «no sé por qué le pregunté si le llamaban 'el pijo'. Ahí se me acercó tanto que me puse nerviosa y le insulté». Un par de amigas suyas han confirmado los insultos, aunque han negado alusión alguna al PP.

La vista oral ha evidenciado que García Oñate recibió un golpe en el labio y que presentó marcas en el cuello compatibles con un agarrón, como ha ratifcado una perito forense. El altercado se produjo a las diez de la noche del 4 de septiembre de 2021, en plena postpandemia. 50 minutos después, la víctima se presentó en Urgencias de Santiago. Los ertzainas que detuvieron a la ahora procesada han declarado que «nos tomó por el pito de un sereno» y que «no dejaba de mirarle a él (la víctima) y reírse».

García Oñate ha insistido en su interrogatorio que no se trató de una agresión habitual de una noche de fiesta. «Ella es amiga de otros jóvenes que me han agredido y he tenido juicio con algunos de ellos». Y es que no es la primera vez que este vitoriano sufre ataques o amenazas por su militancia política. «Ya me ha pasado otras veces», ha declarado con gesto apesadumbrado.

De hecho, el quid de este juicio ha girado sobre si la ahora encausada actuó motivada por un odio hacia el PP. Eso es lo que han mantenido la fiscal Sara García y el letrado de la acusación, Javier Ruiz de Arbulo. «No hay discusión previa ni él (la víctima) reacciona de manera agresiva. La única razón del ataque es la pertenencia política de Ander al PP. Hay una motivación excluyente y discriminatoria», ha apostillado la representante del Ministerio Público. Ambos han reclamado 18 meses de prisión para esta joven -que no entrañarán el ingreso efectivo-, una multa económica y cinco años de prohibición para empleo con menores, como marca el Código Penal para los delitos de odio. Da la circunstancia de que la ahora investigada estudia para ser profesora.

¿Y qué ha dicho la defensa? El letrado Roberto Gutiérrez ha rebajado la gravedad del hecho a una gresca entre jóvenes. «Mi clienta está destrozada porque no podría dar clase durante años. Fue una bobada. Un delito leve de lesiones a lo sumo, pero ¿un delito de odio?», ha dejado en el aire.

En su último turno de palabra, esta veinteañera ha comentado que «en mi vida me he encontrado en una situación así. Si tengo que pedir perdón se lo pido. Si le di en la cara, le pido perdón públicamente. No odio a nadie. No es algo que me caracterice».