Andoni Ortuzar, Imanol Pradales e Iñigo Urkullu, en noviembre durante el acto de homenaje a Sabino Arana en Sukarrieta. EFE

Pradales pasará a segunda vuelta como único candidato a lehendakari del PNV

Aunque algunos batzokis han promovido alternativas como Urkullu o Tapia, no habrá batalla interna ni aspirante que cumpla los requisitos

Domingo, 24 de diciembre 2023, 00:50

«Soy un hombre de partido y sé cómo es esto. El PNV tenía que ser libre para decidir». Las palabras de Iñigo Urkullu a finales de noviembre junto a la tumba de Sabino Arana en Sukarrieta, apenas cuarenta y ocho horas después del terremoto ... político que supuso que EL CORREO desvelara en exclusiva que el PNV le había comunicado su decisión de que no repitiera como candidato, han resultado premonitorias. Ya entonces se interpretaron como un reconocimiento implícito de que la decisión de dar un paso al lado y no optar a un cuarto mandato como lehendakari no había sido suya pero también como una bandera blanca. Como la confirmación de que no alentaría ninguna rebelión interna contra el candidato que acababa de proponer el EBB como su sustituto, Imanol Pradales.

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Y, efectivamente, el todavía diputado foral vizcaíno de Desarrollo Territorial e Infraestructuras no tendrá rivales en el proceso interno del PNV pese a que la primera vuelta que concluye hoy mismo, 24 de diciembre, ha evidenciado algunos focos de descontento y malestar interno con la decisión del EBB de promover un «cambio generacional». Una «evolución, que no revolución», en palabras de Andoni Ortuzar, que sí ha supuesto, sin embargo, una profunda renovación en las listas de las que se caen nombres ligados a la historia del PNV en el último cuarto de siglo como los de Joseba Egibar, Josu Erkoreka o Iñigo Iturrate.

Esos focos de contestación interna al EBB no tendrán, sin embargo, consecuencias. En la mayoría de las organizaciones municipales del partido no se han alentado candidaturas alternativas a la de Pradales. Algunas lo han hecho, pero los movimientos no pasarán de testimoniales porque los propuestos -el propio Iñigo Urkullu en batzokis de Bizkaia y Arantxa Tapia en alguno guipuzcoano- no tienen ninguna intención de recoger el guante que lanzan esos sectores de la afiliación.

Según los estatutos jeltzales, en la primera vuelta las bases tienen la potestad de aceptar o rechazar la propuesta de la ejecutiva y plantear nuevos nombres. Los militantes que obtengan el respaldo de al menos tres organizaciones municipales podrán continuar en el proceso. La Comisión Nacional de Garantías y Control es la encargada, entre hoy y el próximo miércoles 3 de enero, de elaborar las listas definitivas que pasan a segunda vuelta, con candidato a lehendakari, a presidente del Parlamento y veinticinco aspirantes y cinco suplentes para integrar las planchas de cada territorio. Pero para que otros nombres sigan en liza los interesados deben aceptar el envite ante el órgano de control interno.

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Y nadie lo hará, salvo sorpresa mayúscula. Lo que significa que, entre el 4 y el 14 de enero, se celebrará la segunda vuelta del proceso sin más candidato que Pradales. El EBB será el encargado de establecer el orden definitivo de las listas, según los requisitos legales de paridad, una vez se las remitan las territoriales y el 27 de enero la Asamblea Nacional Extraordinaria ratificará definitivamente las candidaturas. Al aceptar la decisión del EBB como «hombre de partido», Urkullu frenó en la práctica estos conatos. Aun así, su nombre ha sido propuesto en batzokis como el de Ondarreta (Las Arenas) o Algorta. En este último obtuvo 26 votos frente a los 32 de Pradales. En el primero -que ya en las municipales propuso una candidatura alternativa a la de la actual alcaldesa de Getxo, Amaia Agirre-, la diferencia fue mayor a favor del candidato oficialista.

Algunos afiliados han pedido más debate interno durante el proceso pero Sabin Etxea ha logrado preservar la paz

Carta crítica

Los críticos con la actual dirección que encabeza en Bizkaia Itxaso Atutxa se han quejado internamente, según ha podido saber este periódico, de que el voto fuese a mano alzada y no secreto o de la imposibilidad de hacer campaña por otros aspirantes. También se ha llevado a las asambleas una carta para pedir más debate ideológico en el partido para afianzar el proyecto pese a la desmovilización del voto en las últimas citas electorales y para evitar quedar desdibujados en el bloque de apoyos a Pedro Sánchez. Sin embargo, el escrito no llegará a la asamblea territorial correspondiente.

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Sabin Etxea ha logrado, de hecho, el objetivo de preservar la paz interna pese a los numerosos cambios en las propuestas de listas. Los equilibrios siguen como estaban, pese al baile. Serán los resultados electorales del PNV en las cruciales autonómicas que se avecinan -con Bildu pisando los talones a los jeltzales- los que sofoquen o alienten definitivamente el malestar. Y también los que orienten la posible renovación en el EBB y en las ejecutivas territoriales, mientras Andoni Ortuzar insiste en no desvelar sus cartas porque corresponde a las bases, argumenta, proponer su continuidad o su relevo.

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