Martes, 27 de agosto 2024, 00:14
Imanol Pradales mantendrá este miércoles con el secretario general de UGT-Euskadi,Raúl Arza, una entrevista con la que el lehendakari cerrará su ronda con los diferentes agentes sociales y que servirá de preámbulo al inicio del curso político que tendrá lugar el jueves con el Consejo de Gobierno en el Palacio Miramar de SanSebastián. Una cita que supondrá el comienzo real de la 'era Pradales'.
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El encuentro con UGT estaba previsto que se celebrase a finales de julio. Fue en esas fechas cuando el jefe del Ejecutivo autonómico situó sus entrevistas con los representantes de los trabajadores y la patronal. Por Ajuria Enea pasaron casi de forma sucesiva la presidenta de Confebask, Tamara Yagüe, y los máximos responsables de ELA,LAB y CC OO. Pero la cita conArza se tuvo que aplazar porque fue imposible cuadrar agendas.
El cara a cara se ha colocado en un momento muy concreto. Pradales volvió ayer a su despacho tras varias semanas de vacaciones con la vista puesta en un curso político en el que tiene como objetivo la búsqueda de diferentes pactos «de país». Uno de los más relevantes será el sanitario. El nuevo consejero de Salud, Alberto Martínez, ha citado a todos los agentes el jueves de la semana que viene a una mesa sobre la sanidad pública vasca, cuya primera cita presidirá el propio Pradales para subrayar la importancia que le da a ese foro, con el objetivo de que en un plazo de seis meses se logre un gran acuerdo que sirva para dar un nuevo impulso a Osakidetza.
Y en esta nueva hoja de ruta, el papel de los sindicatos se antoja clave después de la guerra abierta que la práctica totalidad de las centrales mantuvieron con el Gobierno de Iñigo Urkullu, sobre todo en la parte final de su mandato. La sucesión de huelgas y la confrontación permanente con los sindicatos en diferentes ámbitos acabó por provocar un importante desgaste en la imagen del exlehendakari y de suEjecutivo. Una herida que Pradales quiere cerrar cuanto antes.
En esa política de gestos, la reunión más simbólica fue la que mantuvo el 19 de julio con Mitxel Lakuntza, secretario general de ELA. La cita en sí misma tenía una profunda carga política porque rompía la incomunicación entre el sindicato nacionalista y Ajuria Enea después de once años de fractura. Hasta dónde podrá atraer Pradales a los agentes sociales para esos pactos de país está por ver, pero Lakuntza ya le advirtió al lehendakari de que, a pesar del cambio en las formas, no tiene pensado declarar una tregua en su estrategia de «confrontación».
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Cien días de cortesía
Los cien días de cortesía a Pradales concluirán a finales de septiembre, coincidiendo con el primer pleno del Parlamento vasco y el primer cara a cara en una sesión de control con el líder la oposición Pello Otxandiano. Y será entonces cuando se vea si hay mimbres para poder suscribir esos acuerdos de mínimos planteados por Pradales. En todo caso, en algunos colectivos se sigue sin tener muy clara esa voluntad de acercar posturas. Los más beligerantes hasta la fecha están siendo los principales sindicatos de la Ertzaintza. A primeros de agosto, Erne, Esan y Sipe comparecieron de forma conjunta en rueda de prensa para cargar de forma muy dura contra el lehendakari y el nuevo consejero de Seguridad, Bingen Zupiria.
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