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Las declaraciones sobre la situación de la hostelería realizadas el pasado domingo por Andoni Ortuzar en EL CORREO, en las que el presidente del PNV se presentó como un afectado de primer nivel al verse obligado a bajar la persiana de un centenar de ... batzokis, han generado un importante malestar en la oposición. Ha quedado patente en cuanto el tema ha vuelto al Parlamento vasco, que celebra este jueves pleno ordinario. Portavoces de PP+Cs y EH Bildu han acusado a Ortuzar de «humillar» al sector y tener una actitud «desvergonzada» en este asunto.
Consultado por la situación de la hostelería y sus reivindicaciones, Ortuzar dijo que «no se trata de una negociación sindical», y defendió el cierre con fines sanitarios. «El Gobierno no ha cerrado los bares porque quiera la ley seca. Está demostrado que es uno de los principales vectores de expansión del virus, que nos pidan cosas razonables», añadió el líder del PNV antes de exponer su preocupación por la situación de las sedes de su partido. «Yo tengo 100 locales de hostelería cerrados, si alguien sabe lo duro que está siendo es el PNV. ¿Quién tiene 100 locales de hostelería? ¿Quién ha dejado de cobrar 100 alquileres?«.
A Ortuzar le ha respondido hoy Muriel Larrea (PP+Cs), que ha reprochado al PNV que compare su situación con la de las 65.000 familias que viven de la hostelería en Euskadi. «Hay gente que tiene graves problemas para hacer frente sus gastos», ha dicho. En ese mismo sentido, Iker Casanova (EH Bildu) ha lamentado que el presidente jeltzale muestre «una falta de empatía hiriente». El portavoz nacionalista en el debate, Unai Grajales, no ha querido responder a las acusaciones. Solo ha calificado como «comentario de cuñado» y «charla de tasca» las alusiones de Larrea a la posibilidad de que algunos batzokis no tengan licencia de actividad.
Realmente, el pleno no debatía hoy sobre Ortuzar y los batzokis, si no una proposición de PP+Cs en la que se pedía al Gobierno vasco, las diputaciones y los ayuntamientos que pongan en marcha un plan de rescate para la hostelería. Incluía como medida estrella la activación de un fondo de 200 millones de euros para otorgarlos de forma directa. El fracaso de la iniciativa se conocía de antemano. Los partidos que sustentan al Gobierno, PNV y PSE, han impuesto su mayoría parlamentaria votando en contra del texto original e imponiendo uno alternativo en el que se insta al Ejecutivo a que haga «seguimiento» de las medidas implementadas y a que mantenga su «estrecha» relación con el sector.
Nacionalistas y socialistas han sido especialmente críticos con la cuantía propuesta por PP+Cs para destinarla a ayudas. 200 millones, ¿por qué?, han venido a decir. Para Susana Corcuera (PSE) hablar de un importe concreto es una «frivolidad» y para el jeltzale Grajales una 'boutade' de los populares vascos. «Los hosteleros pidieron 182 millones y ahora el PP eleva esa cifra un 10% porque sí».
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