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El Partido Popular es plenamente consciente de que el caso de Juan Lobato llega para el PSOE en el peor momento posible –este fin de semana se celebra en Sevilla el congreso federal de los socialistas del que Pedro Sánchez, salvo giro de guion, saldrá ... reelegido secretario general- y no dudó en hacer leña del árbol caído. «Sánchez y los suyos han hecho demasiado daño a España. Es hora de que den un paso a un lado», subrayó este viernes Elías Bendodo, vicesecretario de Coordinación Autonómica y Local del partido y artífice de la XXVII Intermunicipal que celebrarán este fin de semana los populares en Valladolid.
El dirigente andaluz del PP, que se desplazó precisamente hasta la capital vallisoletana para los preparativos del cónclave de los conservadores, quiso contraponer el inicio de esa cumbre de cargos municipales y dirigentes de la formación -Alberto Núñez Feijóo dará un discurso mañana- con el congreso federal de los de Ferraz, que servirá, según Génova, para «purgar» a cualquier crítico con el actual presidente del Gobierno. «Será el congreso de las purgas, porque Sánchez pasará a cuchillo al que discrepe», apuntó el también diputado popular.
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Otra de las voces autorizadas que se pronunció sobre este asunto fue José Luis Martínez Almeida, que acompañó a Bendodo en Valladolid y señaló que Lobato presentó su dimisión el jueves porque sabe «que ha tenido una conducta inaceptable». «Cuando él mismo, sabiendo que ese correo tenía un origen más que dudoso, lo saca en la Asamblea de Madrid, pues, obviamente, él era consciente que no estaba haciendo las cosas bien y, por eso, ahora se ve en la obligación de dimitir, si hubiera hecho las cosas bien, uno no tiene por qué dimitir, sino que tiene que enfrentar a aquel que le pide la dimisión», zanjó antes de referirse al presidente del Gobierno como el «jefe de la banda» de la «corrupción socialista».
Paralelamente, el regidor madrileño hizo referencia a Víctor de Aldama y aseguró que si este «prueba el 10% de lo dicho en sus entrevistas», Sánchez «está muerto». De este modo, a juicio de Almeida, el futuro de España está en manos de dos personas, por un lado del expresident catalán y actual líder de Junts, Carles Puigdemont, «prófugo de la justicia» y por otro, en la del comisionista.
El tono de Almeida -y sobre todo, el de Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid- acostumbra a ser más duro contra el Gobierno que el de la propia dirección nacional del PP. Y este viernes no fue una excepción al afirmar el alcalde madrileño que el congreso federal del PSOE que se celebra en Sevilla tiene como único y exclusivo fin «exaltar la corrupción»: «En el Gobierno la corrupción son todos».
La que no se pronunció de forma pública sobre la declaración del exlíder de los socialistas madrileños en el Tribunal Supremo y los mensajes de 'whatsapps' filtrados fue la propia Ayuso, aunque la cuenta de 'X' del PP de la Comunidad de Madrid sí que publicó un mensaje contundente: «¿Y quién se lo envío a Moncloa? Van a ir todos pa'lante», rezaba el mensaje, que emulaba lo que dijo la líder madrileña cuando Álvaro García Ortiz, fiscal general del Estado, fue imputado por el TS.
La reacción entre los populares contrastaba con el silencio entre los socios del Gobierno sobre una cuestión que muchos de estos consideran, por el momento, «interna del PSOE». Ni siquiera Podemos, que en los últimos meses ha apretado a los socialistas con el 'caso Koldo' -el pasado lunes llegaron a acusar a Sánchez de tener «responsabilidad 'in vigilando'»- se han pronunciado sobre la salida de Lobato. Una cuestión que pone más empinado, aún si cabe, el camino de la legislatura.
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