Podemos renuncia a hacer «oposición de postureo» pero exhibe su «escepticismo» sobre Urkullu

La coalición morada vuelve a exhibir voluntad de acuerdo pero avisa de que cualquier pacto está sujeto a dejar su «impronta» y a un «cambio de rumbo»

Jueves, 16 de septiembre 2021, 15:55

No tanto por exceso propio como por defecto ajeno, Elkarrekin Podemos-IU ha vuelto a erigirse este jueves en el único potencial aliado parlamentario de Iñigo Urkullu para ir más allá de la mayoría absoluta PNV-PSE. La coalición morada ha reiterado su voluntad para ... alcanzar nuevos acuerdos, si bien recela de ser llamado «socio externo» del Ejecutivo y ha adelantado que será exigente en negociaciones legislativas y presupuestarias. «No nos casamos con nadie», ha aclarado Miren Gorrotxategi, de Podemos. Pero tampoco ejercerán una «oposición de postureo», ha agregado Jon Hernández, de Ezker Anitza, con el que ha compartido turno.

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En la alianza de izquierdas presumen de que el acuerdo sobre la 'ley antipandemia' en junio ya demostró su capacidad para pactar, pero condicionan la llegada de más entendimientos a la voluntad de jeltzales y socialistas para abordar «contenidos políticos». Gorrotxategi ha tendido la mano a Urkullu especialmente en las leyes de igualdad, medio ambiente y sanidad que se están tramitando ya o están a punto de hacerlo en el Parlamento. Su grupo no descarta votarlas favorablemente, eso sí, siempre que quede reflejada la «impronta» morada en los textos y cuando ésta implique «un cambio de rumbo».

En todo caso, la portavoz parlamentaria de Elkarrekin Podemos-IU no ha dudado en criticar la «autocomplacencia» del Ejecutivo autonómico en materias como los servicios públicos, el sistema de cuidados o la defensa del medio ambiente. «Somos escépticos», resumía Gorrotxategi.

En clave de autogobierno, la entente de Podemos y Ezker Anitza dice estar dispuesta a abordar el tema «sin líneas rojas», pero considera que el debate soberanista no sólo consiste en hablar del «marco territorial sino del derecho democrático de toda la ciudadanía a decidir sobre todos los asuntos que le competen». «¿De qué nos sirve trasladar el centro de decisión de Madrid a Euskadi si éste va a seguir estando entre las cuatro paredes del consejo de administración de una gran empresa?», ha planteado Gorrotxategi.

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