Podemos Euskadi elegirá en noviembre al sucesor de Garrido

Garrido tomó las riendas en junio de 2020, en vísperas de las elecciones autonómicas y en pleno revuelo interno después de que la victoria de Miren Gorrotxategi en las primarias para ser candidata a lehendakari precipitara la renuncia en bloque de la anterior dirección, encabezada por Lander Martínez. Aquel inesperado triunfo, interpretado como un voto de castigo a una cúpula 'errejonista', facilitó que el sector afín a Pablo Iglesias se hiciera con el control de una organización que venía siendo un verso suelto en la esfera morada desde la dimisión de Roberto Uriarte en 2015.

En el momento en que Garrido asumió la dirección, Podemos -junto a Ezker Anitza-IU y Berdeak Equo- tenía once escaños en el Parlamento vasco. En su primera cita electoral al frente, en julio de 2020, cayó hasta los seis. Y en los últimos comicios, los de abril de 2024, directamente se quedó fuera de la Cámara autonómica. Fue el resultado tras la traumática ruptura con Sumar, que se llevó la mayor parte de un botín electoral ya de por sí exiguo, a los antiguos socios de coalición de los morados e incluso a la que acabó siendo su candidata a lehendakari, Alba García, quien trabajaba en Podemos hasta unos días antes de su fichaje.

La presencia institucional de Podemos en suelo vasco se reduce actualmente a 37 concejales y 5 junteros. Y es que también perdió la representación en el Congreso -en 2015 y 2016 llegó a ganar las generales en Euskadi- pese a haber liderado las planchas de Sumar tanto en Álava como en Gipuzkoa. Por esta última circunscripción había sido diputada la propia Garrido desde 2019, pero en julio de 2023 no pudo revalidar el acta. Profesora de Derecho Constitucional en la UPV/EHU, fue recolocada como asesora en las Juntas Generales de Gipuzkoa.

El proceso para sucederle arrancará el próximo 1 de noviembre y concluirá a finales de ese mes. El principal nombre que circula ya entre la militancia es el de Richar Vaquero, exlíder del partido en Sestao y actual juntero en Bizkaia, donde además es miembro de la Mesa como secretario segundo. Es precisamente en ese territorio donde concentra la mayoría de apoyos internos. El pasado febrero, cuando las negociaciones con Sumar estaban ya rotas, Vaquero fue uno de los firmantes de un manifiesto que apelaba a ambas organizaciones a «superar con generosidad y realismo sus diferencias».

Fuentes consultadas por este periódico también señalan, aunque con menos opciones, a Miren Echeveste, portavoz en las Juntas de Gipuzkoa y miembro de la actual dirección. Tampoco se descarta que se acabe integrando en una plancha de unidad encabezada por Vaquero. La líder saliente, Pilar Garrido, dijo ayer en Radio Euskadi que «no sería raro» que hubiera una candidatura única, pero al mismo tiempo dijo que «lo suyo» es que se presenten distintas alternativas «porque las primarias están un poquito para eso».