El portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban. AFP

El PNV sentencia a Feijóo, que agita el fantasma del 'sorpasso' de Bildu en Euskadi

Los jeltzales apuntalan la línea roja de Vox mientras el líder del PP se erige en alternativa al trato que les da Sánchez: «Yo jamás les usaría como un clínex»

Miércoles, 27 de septiembre 2023, 11:02

El turno del PNV y la réplica de Alberto Núñez Feijóo han representado este miércoles algo más que el enésimo rechazo de un partido a la investidura de un candidato a la Presidencia del Gobierno, lo cual se daba por descontado. El escalonado endurecimiento de ... los reproches mutuos en las intervenciones ha acabado por enturbiar la relación entre dos formaciones que, si bien se han cuidado de no volar los puentes, sí han alejado sus posiciones en un intenso enfrentamiento dialéctico sólo mitigado por un gesto elocuente: pasado el fragor de la batalla, el líder del PP se ha acercado personalmente a la bancada jeltzale para tratar de limar asperezas.

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La ratificación de la postura de Sabin Etxea en la tribuna del Congreso, pronunciada en euskera ante un Feijóo sin pinganillo, apenas contenía novedades. Si acaso el portavoz parlamentario ha reinventado aquello del elefante en la habitación para referirse a la presencia de Vox como «ballena en la piscina» imposible de obviar. La incompatibilidad con la extrema derecha sigue siendo el principal argumento para el voto contrario. «Para sumar nuestros cinco escaños debería empezar descontando los 33 de Vox», ha señalado Esteban para desmentir que el candidato tuviera «a su alcance los votos para ser presidente», tal y como él mismo afirmó el martes en su discurso inicial.

El dirigente nacionalista añadía en su primer turno que las propuestas territoriales del PP, consistentes bajo su punto de vista en «vía judicial y confrontación social», tampoco animan. «Si hay que elegir entre Feijóo o amnistía, pues oiga, amnistía», ha sintetizado. Pero lo que ha acabado por encender los ánimos entre los jeltzales y cambiar definitivamente el tono del debate ha sido la entrada en escena del propio candidato, que para más inri ha utilizado el mismo turno para responder tanto a PNV como a EH Bildu en lo que ha sido un presagio del retrato que esbozaría en su réplica.

Puesta la venda, anteponiendo su «respeto» por la formación nacionalista y hasta su «empatía» por una base social en la que el PP vasco aspira a pescar, Feijóo ha procedido a hurgar en la herida. Sabedor del enrarecido clima que se respira en el PNV tras sufrir un doble revés electoral, se ha dedicado a dibujar un partido fuera de lugar en medio de una amalgama de fuerzas de izquierdas junto a su principal rival electoral, EH Bildu, y ha agitado un eventual 'sorpasso' de la coalición soberanista de cara a las próximas autonómicas: «En el maratón de la política vasca, puede haber un partido que no es el PNV que quede el primero».

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«No suena muy progresista»

Una y otra vez ha querido dejar claro que, para él, una y otra formación «no son lo mismo» e incluso ha llamado al cordón sanitario a la izquierda abertzale. Pero lo cierto es que la equiparación de ambos actores en el mismo bloque político ha sido el hilo conductor de una estudiada réplica. «¿La propuesta que tienen para Euskadi es apoyar todo lo que traigan aquí Sumar, Esquerra y Bildu?», ha cuestionado. Entre promesas sobre su defensa de la industria vasca, ha apelado también, al igual que la víspera, a la ideología económica. Ahí Génova detecta sus principales coincidencias con el PNV. Ambos votaron en contra, por ejemplo, de la reforma laboral y de la Ley de Vivienda que el Gobierno de coalición acordó con la coalición de Arnaldo Otegi.

Las alusiones a EH Bildu han hecho a Esteban removerse en su escaño, máxime después de que en la tribuna hubiera cargado contra los soberanistas por utilizar «la mentira como herramienta política» y hablar de entendimientos PNV-PP que ha tachado de falsos. En su regreso a la tribuna, visiblemente sorprendido por la contundencia de las críticas de su interlocutor, el portavoz nacionalista ha empleado un tono mucho más duro. Le ha reprochado que su intervención ni siquiera «merecería» la réplica y ha tirado de ironía para evidenciar su alejamiento: «Hoy usted ha hecho más amigos».

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Feijóo no ha bajado el pistón en su último turno, en el que ha ahondado en el alineamiento jeltzale con Pedro Sánchez. Ha augurado que el mandatario socialista les acabará dando de lado porque «eso de Dios y leyes viejas no suena muy progresista» y se ha erigido en alternativa ante el maltrato que Andoni Ortuzar afea habitualmente al PSOE: «Yo tengo tanto respeto por el PNV que jamás le usaría como un clínex».

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