PNV y PSE cierran un pacto presupuestario con EH Bildu en Bizkaia pese a tener mayoría

El coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, aseguró ayer tras la reunión que la dirección de su formación celebró en Pamplona que el acuerdo presupuestario estaba ya «avanzado» en Bizkaia. Fuentes conocedoras de las conversaciones han confirmado a EL CORREO que efectivamente ayer mismo se cerró un pacto inédito. La izquierda abertzale nunca ha avalado un proyecto económico del Ejecutivo foral vizcaíno. No solo eso, resulta además que durante la década que nacionalistas y socialistas llevan cogobernando el territorio jamás se habían avenido a pactos externos. Sin necesitarlo ahora lo harán con el principal grupo de la oposición en el momento de mayor pujanza de la coalición independentista. También han existido conversaciones con PP y Podemos, aunque quedaron en nada.

A comienzos de noviembre el portavoz de EH Bildu en las Juntas, Iker Casanova, puso sobre la mesa una propuesta en la que reclamaba correcciones en el Presupuesto foral por valor de 95 millones -el 6% del total de las Cuentas- a cambio de la abstención. Él mismo reconoció entonces que la posibilidad de pacto era lejana. «Es un Presupuesto malo que no se arregla con enmiendas», dijo. Finalmente, PNV y PSE asumirán más o menos un tercio de las propuestas a través de enmiendas que moverán unos 30 millones del dinero disponible.

La entente podría empezar a visibilizarse hoy mismo porque el Parlamento territorial comienza a votar las propuestas presentadas por los grupos para enriquecer las Cuentas. Lo normal es que EH Bildu retire las suyas y registre unas nuevas al alimón con los socios de Gobierno. En todo caso, las bases del acuerdo quedaron sentadas la semana pasada cuando la coalición soberanista retiró 'in extremis' su enmienda a la totalidad al constatar un «acercamiento» a PNV y PSE y la diputada general abrió claramente la puerta. El pacto, en principio, es exclusivo. Ninguna propuesta de PP o de Podemos será aceptada durante las comisiones que se celebran esta semana.

El giro pragmático de EH Bildu y la necesidad de la Diputación de quitarse el histórico sambenito del «rodillo» convertirán Bizkaia en el tercer capítulo de la geometría variable que PNV y PSE tienen en marcha en las principales instituciones vascas. El primero fue el de Gipuzkoa, donde un pacto con el PP permitió sacar adelante las Cuentas al Gobierno en minoría que preside Eider Mendoza. Los números tampoco le dan en Álava a Ramiro González, pero la apuesta en ese caso fue cerrar un acuerdo presupuestario con la coalición soberanista -que aún debe decidir si vota 'sí' o se abstiene- y acordar a los pocos días con los populares las normas fiscales del próximo ejercicio.

Donde no parece que vaya a replicarse la estrategia de pactos con la oposición es en el Parlamento vasco, donde el Gobierno también suma una mayoría que garantiza que el Presupuesto vaya a salir adelante sí o sí. Aunque EH Bildu sigue abierta a explorar vías de acuerdo «hasta el último momento», el Ejecutivo dijo basta el pasado jueves. El consejero de Hacienda Noël d'Anjou dio por rotas las conversaciones tras una serie de reuniones en las que ambas partes sí que consiguieron avances «abandonando posiciones maximalistas». En todo caso, el divorcio ha sido amistoso porque ambas partes han dejado la puerta abierta a encontrarse en el futuro en otras cuestiones.