El PNV prevé una renovación total de las ejecutivas territoriales antes de elegir el EBB

Hoy mismo, según confirmaron desde la ejecutiva que dirige Itxaso Atutxa, el Bizkai buru batzar ha convocado a su asamblea territorial para dar a conocer «a grandes rasgos» el calendario de designación de sus máximos cargos internos, una información que recibirán al completo este miércoles las organizaciones municipales del territorio. Mañana será también el turno de las asambleas guipuzcoana y alavesa, que darán así el pistoletazo de salida a un proceso que, a la espera de conocer las fechas definitivas, no debería prolongarse, apuntan en el partido, más allá del mes de noviembre.

Para finales de año, y antes de que arranque, el 20 de enero, la primera vuelta para elegir al presidente del EBB y a los ocho burukides propuestos por la afiliación, las nuevas cúpulas territoriales, incluidas las de Navarra e Iparralde, estarán ya oficialmente renovadas. La cuestión no es baladí porque el resultado de las elecciones internas en cada territorio dará pistas sobre el rumbo inmediato del partido y allanará el camino a un proceso controlado y, en principio, sin sobresaltos para elegir al próximo EBB con el plácet de las nuevas ejecutivas provinciales y, por lo tanto, con menos posibilidades de que surja una candidatura crítica capaz de poner en aprietos a los candidatos 'bendecidos' por los consejos territoriales.

De hecho, el pacto tácito de no agresión entre territorios es la fórmula que garantiza la paz interna en el PNV desde los tiempos de la pugna entre Josu Jon Imaz y Joseba Egibar, que se solventó con la salida del primero y la designación de Iñigo Urkullu como presidente del EBB en 2007 para evitar fracturar el partido. La entente ha funcionado desde entonces -por ejemplo, se da por sentado que el sector guipuzcoano propone siempre al candidato a presidir el Parlamento mientras los vizcaínos, con la aquiescencia de los alaveses, deciden el candidato a lehendakari- y podría seguir funcionando a partir de ahora si, como apuntan algunas fuentes, Egibar logra que alguno de sus colaboradores más cercanos pase a presidir el GBB mientras él se garantiza ser elegido burukide 'nacional'.

No sería la primera vez, de hecho, que el veterano político de Andoain, que ya avisó tras el batacazo del PNV guipuzcoano en las autonómicas de abril -en las que obtuvo menos votos que en 2020, en plena pandemia- que no pensaba retirarse nunca, forma parte de la ejecutiva nacional sin presidir el GBB. Lo hizo en el breve paréntesis entre 2000 y 2004 en que su entonces delfín 'Zeler' estuvo al frente de la dirección guipuzcoana mientras él ejercía como portavoz del Euzkadi buru batzar.

Ahora, los dos nombres que suenan con fuerza para sucederle -aunque en realidad no se vaya- son los del ex diputado general de Gipuzkoa Markel Olano y el de la burukide del EBB, parlamentaria y portavoz en las Juntas guipuzcoanas, María Eugenia Arrizabalaga. También es segura la salida del alavés José Antonio Suso y distintas fuentes apuntan a que se está trabajando ya un candidato de «consenso» para sucederle, aunque el menguado sector crítico en el territorio presente aspirante. Está descartado, en principio, el nombre del nuevo portavoz parlamentario, Joseba Díez Antxustegi. En Bizkaia, el 'aparato' más potente, el PNV guarda con celo los nombres que se barajan para relevar a Itxaso Atutxa, aunque se da por hecho que la actual presidenta dará un paso al lado.

Esa retirada, y la renovación total en los territorios, facilitaría la continuidad en el EBB de Andoni Ortuzar -que sigue sin despejar su futuro e insistió en Foronda en dejarlo «en manos» de las bases- o de algún dirigente de su total confianza como Aitor Esteban. Los sectores más críticos lamentan que los posibles cambios organizativos para impedir encadenar más de dos mandatos consecutivos -los estatutos lo contemplan ya pero dejan la puerta abierta en la práctica a levantar la incompatibilidad- no se puedan sacar adelante antes de que la renovación de las direcciones provinciales deje 'el pescado vendido'.