Vista general del salón de plenos del Parlamento vasco durante una sesión. Blanca Castillo

PNV y Bildu empatarían a 29 escaños y el PSE tendría la llave, según el Sociómetro

Uno de cada cuatro vascos está indeciso a menos de un mes de las elecciones y la participación volvería a tasas prepandemia

Miércoles, 27 de marzo 2024, 10:59

A menos de un mes de la cita con las urnas, nada se puede dar por hecho salvo que Euskadi vivirá las elecciones autonómicas más inciertas de los últimos tiempos. Valga un dato: uno de cada cuatro votantes aún está indeciso. La batalla por la ... victoria está tan ajustada que, según el Sociómetro del Gobierno vasco publicado este miércoles, PNV y EH Bildu empatarían a escaños (29 para cada uno), si bien los jeltzales serían primera fuerza en votos (35,7% frente a 33,7%). La proyección otorga así la llave de la gobernabilidad a un PSE-EE estancado, al igual que el PP. Sumar se quedaría al borde del precipicio y tanto Podemos como Vox desaparecerían.

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El estudio demoscópico, con 3.030 entrevistas telefónicas, recogió los datos entre el 15 y el 20 de marzo, cuando casi todos los partidos habían esclarecido ya sus listas y comenzaban a celebrar actos de precampaña. La ciudadanía, sin embargo, no mostraba todavía grandes síntomas de movilización a la vista del discreto interés que despiertan las autonómicas (poco o nada para más de la mitad de los consultados) y el reducido grado de notoriedad de los candidatos (el más conocido, Imanol Pradales, apenas lo es para el 44%). El sondeo prevé una participación cercana al 61%, similar a las tasas previas a los comicios de 2020, condicionados por la pandemia.

El parón por las vacaciones de Semana Santa y la atención que está despertando la final de Copa (al menos en Bizkaia) amenazan con aletargar aún más la carrera hacia el 21-A. Por eso no es de extrañar que los partidos estén empezando a realizar llamamientos explícitos a la movilización. Quien más hincapié está haciendo en ello es el PNV –el EBB ha insistido este miércoles tras constatar el «apretado» pronóstico del Sociómetro–, que ve en cuestión su histórica hegemonía por el crecimiento de una EH Bildu que le pisa los talones. La intensa polarización entre ambos podría deparar el Parlamento más nacionalista de la historia, ya que sumarían 58 de los 75 representantes, un escenario inédito.

La encuesta del Ejecutivo autonómico otorga la victoria en votos al PNV, pero únicamente sería primera fuerza en Bizkaia. El gran fortín jeltzale es el territorio más poblado –concentra algo más de la mitad de los habitantes de Euskadi–, pero elige al mismo número de parlamentarios (25) que los otros dos, por lo que el reparto de escaños no es equitativo. La brecha respecto a EH Bildu allí es de nueve puntos. Sin embargo, la coalición abertzale es mayoritaria en Gipuzkoa, con más del 40% en la estimación de voto y casi ocho puntos de ventaja. La lucha está mucho más apretada en Álava y se decantaría a favor de los soberanistas por menos de dos puntos y con los mismos escaños para cada uno.

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Con esta distribución de los votos entre los tres territorios, EH Bildu se vería beneficiada para obtener la misma representación que el PNV pese a tener menos votos. Los jeltzales, con Imanol Pradales como candidato, perderían dos asientos de los 31 que obtuvo Iñigo Urkullu en 2020. Por el contrario, la candidatura de Pello Otxandiano mejoraría en ocho los escaños que recabó entonces Maddalen Iriarte. El retroceso de la formación nacionalista, en todo caso, no sería tan grande como el que vaticinan otras encuestas. Pradales estaría por encima de los resultados de Urkullu en sus primeros dos mandatos (27 y 28).

Con estos datos, de hecho, el PNV podría reeditar la mayoría absoluta junto al PSE-EE que les ha permitido gobernar en coalición sin necesidad de apoyos complementarios. Los diez escaños de los socialistas, los mismos que en 2020, llevarían la suma de ambos hasta los 39 asientos, uno por encima de la barrera que garantiza la tranquilidad. La candidatura de Eneko Andueza no lograría rentabilizar su presencia en el Ejecutivo autonómico, no rascaría en el desgaste de su socio y tampoco se beneficiaría de la hecatombe en el espacio a su izquierda.

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La extrema derecha, fuera

El estancamiento también parece afectar al PP. Con Javier de Andrés al frente, y pese a experimentar una ligera subida en votos, los populares replicarían los seis escaños que cosecharon en la anterior cita, cuando concurrieron en coalición con Ciudadanos. El sondeo viene a señalar que la formación conservadora es incapaz de arañar votos entre votantes de centroderecha del PNV y tampoco aprecia que se aproveche de la desaparición de Vox. La extrema derecha, en todo caso, estaría cerca de repetir el acta por Álava al obtener el 3% de las papeletas, justo la barrera que da acceso al reparto de escaños pero que no garantiza obtener uno.

Por último, el sondeo también refleja a las claras el coste político de fragmentar el voto en el espectro de la izquierda no nacionalista. Si Elkarrekin Podemos-IU cosechó seis parlamentarios en 2020, un botín que ya de por sí fue escaso, ahora la separación entre Sumar y Podemos les dejaría en la irrelevancia a unos y en la extinción a otros. La sigla de Yolanda Díaz apenas conseguiría un escaño por Gipuzkoa. Por su parte, los morados se quedarían fuera y a lo sumo podrían luchar por un acta en Bizkaia, donde se sitúan en el entorno del 3%.

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