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Primera gran incógnita del futuro Gobierno de Imanol Pradales despejada. Eneko Andueza, como adelantó ayer este periódico en su edición digital, no será vicelehendakari y permanecerá volcado en sus funciones como secretario general del PSE-EE para poder desplegar un discurso crítico y exigente con ... el socio mayoritario, el PNV, sin las servidumbres de ser miembro del Ejecutivo. Los socialistas aspiran a mantener, en todo caso, ese cargo, que ocupó en la pasada legislatura Idoia Mendia y para el que ahora buscan un perfil de la máxima confianza de Andueza que no provoque disfunciones en la bicefalia socialista y con peso político y mando en plaza, un papel en el que, según algunas fuentes, podría encajar el líder de los socialistas vizcaínos y alcalde de Portugalete, Mikel Torres.
A partir de ahí, habrá que esperar aún hasta la próxima semana para conocer oficialmente la estructura completa del Gabinete, sus nuevas dimensiones -tendrá, con toda seguridad, más consejerías que las once actuales, como mínimo dos- y el reparto de carteras entre jeltzales y socialistas. Pero empieza a haber algunas certezas sobre la coalición que la Asamblea Nacional jeltzale ratificará el próximo lunes, el mismo día que se conocerá con qué porcentaje avalan la alianza las bases socialistas. Por ejemplo, según ha podido confirmar EL CORREO, que el PNV mantendrá la gestión de las tres grandes áreas que más dolores de cabeza han provocado al Ejecutivo saliente de Iñigo Urkullu -Salud, Educación y Seguridad-, pero que Pradales ni se plantea ceder a los socialistas.
El futuro lehendakari es consciente de que sólo con un impulso decidido a estas políticas, y singularmente a Osakidetza, podrá recobrar la confianza de las decenas de miles de votantes jeltzales tradicionales que se han quedado ahora en la abstención o se han fugado a otras siglas. «Lo contrario se interpretaría como una dejación de responsabilidades por parte de un PNV en horas bajas y ni se ha considerado», apuntan las fuentes consultadas, pese a que Andueza amagó ayer, jugando al despiste, con la disposición del PSE a asumir cualquiera de estas áreas. Tres carteras clave para las que se han buscado perfiles potentes y con experiencia, en línea con la intención de Pradales -cuya candidatura a lehendakari registró ayer oficialmente en el Parlamento vasco el portavoz del grupo jeltzale, Joseba Díez Antxustegi- de dar máxima prioridad a recuperar el prestigio del sistema público de salud, un rompecabezas de difícil solución por, entre otras cosas, la falta de profesionales o los conflictos soterrados con los jefes de servicio.
Tampoco renunciará Sabin Etxea a otra de las responsabilidades clásicas que ha ostentado el PNV en todos los gobiernos que ha encabezado, la consejería de Cultura, que lleva aparejadas además las atribuciones en Política Lingüística y, por lo tanto, las políticas relacionadas con decretos, perfiles, fomento y normalización del euskera. Los jeltzales mantendrán, asimismo, las materias que ahora están englobadas bajo el manto de la macroconsejería de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente que dirige Arantxa Tapia y que, según ha podido saber este periódico, se desgajará en dos nuevos departamentos, uno de ellos para gestionar las políticas de Industria y Energía, Tecnología e Innovación y otro que asumirá, con personalidad propia, Agricultura y Pesca. El primer sector, agitado por las protestas y 'tractoradas' de los productores, está más que nunca en el foco y tendrá su propia área, encargada también de las políticas alimentarias y las denominaciones de origen. Está por ver, aún, en cuál de esas dos carteras se acomoda Medio Ambiente, pero es seguro que el PSE, que gestionó la política medioambiental hasta 2020, no recuperará una cartera conflictiva, obligada a pilotar la siempre controvertida lucha contra el cambio climático.
A partir de ahí, los negociadores socialistas dan ya por seguro que retendrán Transportes, Turismo, Comercio y Consumo y Vivienda, que, convertida en uno de los principales problemas de los vascos y en bandera de todo partido de izquierdas que se precie, podría tener ahora su propio departamento. Además, el PSE aspira a quedarse con parte de la 'tarta' de la otra consejería que, sobredimensionada en la anterior legislatura, se partirá en dos. Se trata de la de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales. Se da por hecho que Justicia, de la que dependen las cárceles, la política penitenciaria y los terceros grados, permanecerá en manos del PNV. Falta por concretar si los socialistas se quedan con Igualdad o también con políticas sociales e inclusión, una cartera para la que suena con fuerza la actual diputada foral del ramo (junto con Empleo) en Bizkaia, Teresa Laespada, miembro, además, de la ejecutiva socialista.
En las quinielas de los futuros consejeros del PSE, a la espera de confirmar si retienen Trabajo y Empleo, hay un nombre fijo, el del alavés Javier Hurtado, actual consejero de Turismo, Comercio y Consumo, que repetirá con toda probabilidad al frente del mismo departamento. Los equilibrios territoriales darán entrada, con seguridad, a un guipuzcoano. Todas las miradas están puestas en Denis Itxaso, exdelegado del Gobierno en Euskadi, que podría asumir Transportes. Entre los vizcaínos, los mejor colocados son los mencionados Laespada y Torres, que, si finalmente es vicelehendakari, podría serlo con cartera.
El secretario general del PSE, Eneko Andueza, explicó ayer las razones por las que ha decidido no entrar al Gobierno, una decisión compleja que provocaba disparidad de opiniones en el partido. Sin embargo, el líder de los socialistas vascos ha preferido no atarse a la disciplina del Ejecutivo para seguir marcando perfil propio frente al PNV y afianzar así la «óptima» situación del partido, su «trayectoria ascendente» y los «extraordinarios resultados» que ha cosechado en las últimas citas electorales, incluida su «contundente victoria» en las generales. Según explicó en Radio Euskadi, su papel está «en el partido» y se dedicará a trabajar en «la conquista de nuevos espacios, haciendo posible que el PSE-EE siga creciendo» y a coordinar «la acción institucional y orgánica». Para Andueza, que citó también la importancia de «predicar con el ejemplo» en conciliación familiar y laboral, el PSE tiene ahora la posibilidad de convertirse en «referente» en espacios que hasta ahora le estaban vedados, singularmente en las alcaldías de aquellos municipios donde ha subido en votos. A la política municipal, dijo, hay que dedicarle «muchísimo tiempo».
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