El PNV allana el terreno para una ampliación del Gobierno vasco

La ampliación de la estructura gubernamental es una de las opciones que los socios han estudiado desde el inicio de las negociaciones, tal y como adelantó EL CORREO hace semanas. Una de las posibilidades que manejan es incrementar de 11 a 13 el número de carteras para otorgar así una más a cada partido; es decir, un 9-4 a favor de los jeltzales frente al 8-3 actual. Esa proporción calcaría matemáticamente el peso que aportan en función de sus escaños. No obstante, el reparto se podría recalcular en base a las mayores o menores competencias que se atribuyan a las diferentes consejerías.

El escenario de un aumento de carteras fue deslizado ayer por primera vez por parte del ala del PNV. La presidenta del Bizkai buru batzar, Itxaso Atutxa, reconoció que «es posible» que el organigrama sea más grande, aunque puntualizó que «todavía no hay nada cerrado» y que la estructura se guiará por el programa de gobierno definitivo. La previsión es que ese documento sea firmado por Andoni Ortuzar, Eneko Andueza y el propio Pradales el miércoles 19, la víspera de la sesión de investidura. Pero no será hasta el sábado 22, tras la jura en Gernika, cuando se oficialice la composición del nuevo Ejecutivo autonómico.

Por ahora, Sabin Etxea va sugiriendo una ampliación del Gabinete bajo la premisa de que en el pasado ya ha habido organigramas más grandes. Atutxa, entrevistada en Euskadi Irratia, rememoró cómo Iñigo Urkullu recortó el número de departamentos cuando llegó a Ajuria Enea a finales de 2012, en solitario y en minoría parlamentaria. En efecto, el todavía lehendakari en funciones quiso dar una imagen de austeridad en plena crisis económica y redujo el número de consejeros a ocho para dar a luz al Gobierno vasco más reducido en democracia. El récord había llegado a comienzos de los 90, cuando el bipartito PNV-PSE con José Antonio Ardanza tuvo hasta 14 carteras.

Los jeltzales esperan que la puesta en marcha del Gobierno vasco contribuya a su relanzamiento tras un ciclo electoral adverso durante el último año y en puertas de la Asamblea General que celebrarán entre finales de 2024 y principios de 2025. Según Atutxa, el resultado de las europeas -el PNV fue tercera fuerza en Euskadi, no llegó a los 200.000 votos y sólo maquilló su caída al conservar el escaño en Bruselas- constata algo que ya ocurrió en las tres convocatorias previas (municipales, generales y autonómicas): «Algunos resultados no eran muy buenos en algunas localidades, había una tendencia a la baja y, sobre todo, nuestros votantes tenían una inclinación evidente a abstenerse».

Un día después de que Ortuzar anunciara una «reflexión profunda y fecunda» sobre el futuro del partido, la presidenta del BBB diagnosticó la conveniencia de una reorganización puertas adentro. Incidió, en concreto, en la necesidad de «adecuar» una estructura que «es de la segunda mitad del siglo pasado». Una demanda, admitió, que ha puesto sobre la mesa la propia militancia. Atutxa, en cualquier caso, señaló que el PNV ya ha hecho cambios con anterioridad y que «se han hecho con total normalidad». «Tenemos procesos amplios y ha habido de todo. Afortunadamente, creo que también estamos en un buen momento para eso y, si debe haber cambios y deben llegar personas nuevas, tenemos dónde elegir», remachó.