Pilar Garrido no seguirá al frente de Podemos Euskadi

Garrido, que asumió en 2020 el liderazgo del partido en Euskadi, ha indicado que deja la primera línea política, pero que seguirá «empujando el proyecto de Podemos» desde «una segunda, tercera o cuarta fila». «Estaré con un pie en la calle acompañando a la sociedad civil en algunas demandas y luego desde la reflexión empujando el proyecto», ha asegurado en una entrevista en Radio Euskadi.

Con la salida de Garrido, Podemos Euskadi afronta ahora la tarea de buscar un nuevo líder que vuelva a conectar al partido con la sociedad vasca. Cabe recordar que Elkarrekin Podemos no logró representación en el Parlamento Vasco en las pasadas elecciones autonómicas. Unos comicios que estuvieron marcados por su división con Sumar, que sí logró mantener a un representante.

La izquierda confederal, que irrumpió hace ocho años en la Cámara legislativa vasca con 11 escaños impulsada por el 15-M, ganó las elecciones generales en Euskadi en 2015 y 2016 con más de 300.000 votos. A partir de ahí, las luchas internas en la dirección, la falta de arraigo histórico en el territorio y la imposibilidad de retener una base sólida de votantes han provocado su desaparición parlamentaria.

Ahora, Garrido da un paso a un lado y deja libre el timón que ha sujetado los últimos cuatro años. Podemos Euskadi abrirá en noviembre el proceso de primarias para elegir una nueva dirección. Preguntada por su posible sustituto o sustituta, Garrido no ha querido entrar en nombres y se ha limitado a subrayar que dentro del partido «hay banquillo».

Su deseo es que de las primarias salga «una ejecutiva fuerte, unida», a la que acompañará «desde segunda, tercera o cuarta fila» para dar «consejo» si se lo piden o para «acompañarles en momentos puntuales». Garrido ha asegurado no tener «dudas» de que habrá un «Podemos Euskadi tan fuerte o más que el que existía hace cuatro años», cuando ella llegó al cargo, y, aunque «lo suyo es que pueda haber diferentes candidaturas porque las primarias están un poquito para eso», ha remarcado que hay «una unidad muy importante» y, por tanto, cree que «no sería raro que hubiera una única candidatura».

Sea quien sea el nuevo el coordinador general, Garrido ha remarcado que lo importante en este proceso que se abre ahora es que esa nueva dirección «con energía» coja «otra vez las riendas y empuje».