La «preocupación» por las 'fake news' agita el debate en el Parlamento vasco

Lo que pretendía ser una muestra de la «preocupación» ante el auge de la desinformación y las 'fake news' se ha convertido este jueves en una mera excusa para que los partidos se llamaran y acusaran prácticamente de todo en un estilo de debate muy poco habitual en el Parlamento vasco. El terrorismo de ETA, la composición del consejo de dirección de Gogora, el 'caso Begoña Gómez' y la situación en Venezuela han sido sólo algunos de los asuntos que se entremezclaron en un toma y daca creciente del que se han acabado percatando hasta sus propios protagonistas. «Creo que esto se nos ha ido de las manos», evidenciaba al final el portavoz del PNV, Joseba Díez Antxustegi.

En su primer punto del pleno semanal, la Cámara autonómica abordaba una proposición no de ley en la que EH Bildu proponía constituir una comisión sobre 'fake news' para «afrontar con profundidad y seriedad esta nueva grave realidad» y adoptar «medidas concretas». La iniciativa de la coalición soberanista tan sólo ha contado con el apoyo de Sumar y finalmente ha salido adelante una enmienda de PNV y PSE-EE que se limita a expresar la «preocupación» ante este fenómeno y reivindica «la libertad de expresión y el respeto a la autonomía de los medios de comunicación, destacando la función social de éstos y su importancia para la lucha contra la desinformación».

El texto ratificado sólo ha recibido el rechazo de 7 de los 75 parlamentarios, los del PP, pero su debate ha evidenciado unas discrepancias mucho mayores que las que 'a priori' pudiera reflejar la foto de la votación. La mecha ha prendido a partir del momento en que la popular Ana Morales ha argumentado su rechazo a la iniciativa original en la falta de condena por parte de EH Bildu al terrorismo de ETA y, en particular, al asesinato y persecución de periodistas: «En Euskadi nos ha costado mucho defender la libertad de prensa y ahora tenemos que soportar la desvergüenza de que vengan ustedes presumiendo de valores democráticos bien arraigados. No tienen ninguna legitimidad».

En la réplica, el socialista Ekain Rico le ha reprochado que llevara el debate «a lo absurdo» y eso ha sido lo que definitivamente ha generado el choque frontal. «Su exigencia democrática con Bildu es cero», le ha acusado de vuelta Morales mientras los parlamentarios del PSE-EE se revolvían en sus escaños. En su último turno, Rico ha acabado por explotar: «Hay que tener falta de vergüenza para venir aquí a darnos lecciones sobre la lucha contra el terrorismo y la reivindicación de las víctimas. Suelo intentar huir de expresiones gruesas, pero lávense la boca antes de intentar hacer eso».

Pero además de esa pugna, en la que socialistas y populares también se han acusado mutuamente de fomentar la «desinformación» para sus propios intereses, el debate ha registrado otro cuerpo a cuerpo, esta vez entre PNV y EH Bildu a cuenta, en primer lugar, de los objetivos mismos de la iniciativa. Gari Mujika, proponente de la moción, defendía que era una propuesta «abierta» para poder lograr una base común frente a un «reto universal que está causando una crisis a la democracia». Sin embargo, el jeltzale Díez Antxustegi observaba «intereses espurios» detrás, como el «control de la sociedad y de los medios».

Mujika le ha afeado su argumento «falaz» y ha tirado de sorna para rebatir al flamante portavoz parlamentario del PNV: «Espero que esto no sea el nuevo liderazgo rejuvenecido de este partido». Díez Antxustegi, a su vez, ha adjudicado a EH Bildu una «campaña de desinformación» reciente, hace apenas una semana, con la polémica por la supuesta exclusión de una víctima de la Triple A, Pilar Garaialde, del consejo de dirección de Gogora: «Está muy bien advertir y denunciar, pero lo que hace falta es no difundir, no colaborar y no generar bulos. Lo que han hecho es un triste ejercicio de desinformación».

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