El secretario general de Sortu, Arkaitz Rodriguez, a la entrada del tanatorio de Troitiño, donde le situó como «víctima del conflicto». SORTU

Los partidos redoblan su presión para que Bildu haga una «reflexión ética» del terrorismo

Intensifican las críticas tras una semana marcada por el adiós a Troitiño, el apoyo a 'Antza', la llegada de Pla a la ejecutiva de Sortu y un 'ongi etorri'

Martes, 28 de diciembre 2021, 00:30

Primero fue la forma de llorar la muerte de Antton Troitiño por cáncer como una «víctima del conflicto», obviando los 22 asesinatos a su espalda. Luego llegaron las ovaciones a 'Mikel Antza' cuando entraba a declarar en los juzgados por su presunta participación en el ... atentado que acabó con la vida de Gregorio Ordóñez. Más tarde, la confirmación de que David Pla, el último jefe de ETA, entrará en la ejecutiva de Sortu como encargado de su estrategia. Y como colofón, un 'ongi etorri' en las calles de Pamplona a Ignacio Martín Etxebarria 'Mortadelo', condenado por el asesinato de cinco militares y del hijo de otro.

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Todos esos acontecimientos ligados a la izquierda abertzale tuvieron lugar en menos de una semana. Un relato cronológico que coincide en el tiempo con los esfuerzos de EH Bildu por culminar su blanqueamiento político. Desde la Declaración de Aiete, en la que Arnaldo Otegi y Arkaitz Rodríguez trataron de solemnizar su distancia con el terrorismo pero sin llegar a condenarlo, hasta los pactos presupuestarios en Euskadi, Navarra y Madrid, pasando por una ruptura con los 'ongi etorris' que los sectores críticos desafiaron en la víspera de Nochebuena. La dirección de Sortu dijo no tener «nada que ver».

«Sortu y Bildu son organizaciones legales pero no pasan la prueba del algodón democrático»

Carlos Iturgaiz | Presidente del PP vasco

La sucesión de noticias que ponen en cuestión el reciente giro estratégico de EH Bildu, y particularmente de su principal partido, Sortu, colman la paciencia del resto de formaciones políticas en Euskadi. Cercanos o lejanos en lo ideológico, todos los actores coinciden en estimar insuficientes los pasos dados en los últimos meses. Pero la agenda de la pasada semana ha acabado por reafirmarles en su escepticismo. Para el PNV, movimientos como el ascenso orgánico de Pla evidencian que la izquierda abertzale está «institucionalizando la simbiosis» entre política y terrorismo, «entre el brazo político de su lucha y la parte armada».

Así se pronunció Itxaso Atutxa, máxima responsable del partido jeltzale en Bizkaia, quien quiso recordar ayer los deberes pendientes. «Se solidarizan con el dolor que infligieron a las víctimas, pero siguen sin rechazarlo y hacer una reflexión ética y moral sobre lo que supuso matar», contrapuso la presidenta del BBB en Radio Euskadi. Tachó de «duras» las imágenes de la pasada semana y dejó caer que la situación de la izquierda abertzale «no es sencilla», como vendría a demostrar la «división y confrontación» en sus propias juventudes.

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«Están institucionalizando la simbiosis entre el brazo político de su lucha y la parte armada terrorista»

Itxaso Atutxa | Presidenta del BBB del PNV

«Negacionistas de la paz»

Aún más contundente se mostró Carlos Iturgaiz, quien dio ayer por cerrado el curso político lanzando duros reproches a la izquierda abertzale. «Sortu y Bildu son la misma Batasuna de siempre que justifica a ETA. ¿Alguien pensaba que iban a dejar de celebrarse 'ongi etorris'? Son organizaciones legales, pero no pasan la prueba del algodón democrático», planteó. El presidente del PP vasco extendió sus críticas a PNV y PSE por haber firmado un pacto presupuestario con «negacionistas de la paz» y por pretender conformar un «nuevo tripartito» en lo que observa como «una alocada carrera» para blanquear a la coalición soberanista.

Las palabras de Atutxa e Iturgaiz se sumaron a los mensajes de rechazo emitidos anteriormente por dirigentes de PSE-EE y Elkarrekin Podemos-IU. El miércoles Eneko Andueza instaba a la izquierda abertzale a «rectificar» para «resultar creíble». Ayer mismo la portavoz parlamentaria de los morados, Miren Gorrotxategi, advertía en este periódico de que actos como el de apoyo a 'Mikel Antza' «no concuerdan» con las declaraciones del colectivo de presos de ETA y añadía que «en Bildu hay varias almas e inercias del pasado que cuesta muchísimo desplazar». La coalición soberanista, en cambio, hace oídos sordos ante la creciente presión del resto de partidos vascos. Otegi se centraba ayer en interpelar al PNV para que se reactive el debate sobre el nuevo estatus.

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