Los partidos evidencian la soledad de Bildu y exigen que no se «humille» a las víctimas

Cinco años después de que a primeros de mayo de 2018 ETA anunciase su disolución sin arrepentirse y sin hacer autocrítica, el peso de su memoria sigue condicionando el discurso de la izquierda abertzale y de la marca en la que ahora está integrada: EH Bildu. Se ha comprobado esta semana, cuando la coalición liderada por Arnaldo Otegi ha centrado sus esfuerzos en poner en valor la ley de vivienda que ha pactado con el Gobierno para reforzar su perfil social, mientras se quedaba sola al defender que una misma web sobre memoria albergue los nombres de asesinados por la banda y destacados terroristas, como Francisco Javier García Gaztelu, 'Txapote'. «Es incomprensible, alucinante y una aberración que no se entienda que es una situación dolorosa y humillante para las víctimas», compartieron PNV, PSE-EE, Elkarrekin Podemos-IU y PP.

Lo sucedido con las páginas elaboradas por Aranzadi y que utilizaban varios ayuntamientos vascos para recordar lo sucedido en Euskadi en las últimas décadas demuestra de forma clara cómo las heridas de cuarenta años de terrorismo siguen abiertas.

La primera denuncia afectaba al Ayuntamiento de Galdakao. Pero luego se supo que la mancha salpicaba a otros consistorios, la mayoría gobernados por EH Bildu, pero algunos también en manos del PNV. Los jeltzales se desmarcaron de inmediato y bloquearon sus web. EH Bildu no. La alianza liderada por la izquierda abertzale recalcaba –y lo sigue haciendo– que aunque víctimas y miembros de ETA van en la misma página, lo hacen en epígrafes diferentes.

En mitad de la tormenta, una sociedad de reconocido prestigio como Aranzadi, a la que el Ejecutivo de Iñigo Urkullu ha tratado de mantener a salvo. Fuentes del Gobierno reconocen que desde que se declaró el incendio, se han mantenido «fluidas conversaciones» con la sociedad para reconducir la polémica. Ayer mismo se escenificó esa sintonía durante la exhumación en Barazar de los restos de dos gudaris, a la que asistieron la directora de Gogora, Aintzane Ezenarro, y el responsable de Aranzadi, Pako Etxebarria. Finalmente, este mismo viernes los ayuntamientos de EH Bildu decidieron desactivar sus web, según sostienen, porque se lo pidió Aranzadi. Todo, a mes y medio de unas elecciones en las que EH Bildu se juega mucho.

Futuro de la convivencia

Se trata de unos comicios en los que la coalición soberanista pone a prueba su nueva estrategia de alcanzar «pactos de Estado», reforzar su perfil social... El objetivo es ganar poder ampliando la base. Pero para eso necesita quitarse el lastre del pasado. Algo que sigue sin conseguir. En esta última tormenta, en ningún momento la coalición ha visto problemático que víctimas y miembros de la banda compartiesen espacio. De hecho, lo han llegado a calificar de «fake news» y han cargado contra el PNV y Denis Itxaso, al que ayer, en Radio Euskadi, la parlamentaria Nerea Kortajarena calificaba como «gran inquisidor».

La representante abertzale mostraba su preocupación por «las consecuencias para un futuro en convivencia», mientras el resto de partidos consideraban sorprendente que no viese problemas en las webs. «Equiparar a quien injustamente había sufrido el terrorismo con quien lo infligió es una aberración», recalcó Muriel Larrea, del PP.