El polémico informe sobre torturas encargado por el Gobierno vasco a la UPV y que cifra en 4.113 los posibles episodios de violencia policial en Euskadi desde 1960, ha sido respaldado esta mañana por el Parlamento vasco, que por amplia mayoría ha rechazado la petición del PP de que fuera retirado. Todos los partidos, excepto los populares, ha unido sus votos para echar por tierra la propuesta de los conservadores, que consideran que este estudio «pisotea la trayectoria» de la Ertzaintza al atribuirle 336 casos de torturas «sin que se haya producido ni una sola condena judicial». «Este informe arroja una enorme sospecha sobre la labor de la Ertzaintza, cuando en verdad han sido sus agentes los torturados durante 30 años. Ellos han tenido que ocultar su profesión y cambiar de domicilios, y ahora tienen que aguantar esto», ha afirmado la parlamentaria popular, Nerea Llanos.
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Los populares sólo han contado con el respaldo del PSE en la votación de dos de los tres puntos de su propuesta (el tercero era el de la retirada del informe), en los que se «respaldaba y reivindicaba la labor de la Ertzaintza» y se «instaba al Gobierno vasco a defender el honor» del cuerpo. PNV ha votado en contra de ambas iniciativas.
Los momentos más tensos del debate los ha protagonizado el parlamentario jeltzale Iñigo Iturrate, muy duro en sus exposiciones contra el PP, partido al que ha acusado de «enfangar» el debate y «tratar de ensuciar el prestigio de la Ertzaintza y arrastrarlo por el suelo para luego limpiarlo». Además, ha tildado a los conservadores de «cobardes» y de «querer ocultar su falta de valentía y su compromiso con los derechos humanos». Estas palabras han llevado al portavoz del PP, Borja Sémper, a reclamar la palabra y pedir a Iturrate que «retirara los insultos» contra su partido, opción que la presidenta de la Cámara, la también jeltzale, Bakartxo Tejeria, ha rechazado.
Durante todo el debate, varios parlamentarios han criticado al PP la ausencia de la sesión de una de sus representantes, Juana Bengoechea, quien hace un mes, en la comisión de Derechos Humanos calificó como «excelente» el informe sobre torturas, lo que llevó a su formación a desautorizarla públicamente.
Durante el debate, el portavoz socialista, José Antonio Pastor, ha defendido el voto contrario de su partido a la retirada del informe al entender que la propuesta del PP era un «error» al plantear «un todo o nada». «Y las generalizaciones son injustas», ha expuesto. Según el dirigente del PSE, fuerza que en un principio fue muy crítica con el estudio, lo que sus autores recogen son «relatos» de torturas, no «sentencias». «Pero que no haya sentencias no significa que no se haya torturado», ha matizado.
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Julen Arzuaga (EH Bildu), ha defendido la «veracidad» del informe y ha comparado el «negacionismo» que emplea el PP en esta materia con el de los grupos nazis que niegan el Holocausto, o los turcos que niega el exterminio kurdo o los que supremacistas blancos que defienden el Apartheid. «Este estudio era necesario. Por fin, una institución reconoce oficialmente la existencia de torturas y abre un resquicio de esperanza para las víctimas. Ahora queda pendiente su reparación», ha asegurado.
El voto de Elkarrekin Podemos ha sido defendido por Pili Zabala, quien ha afirmado que la propuesta del PP «denota una visión instrumental de los derechos humanos» por parte del PP. «Todo estudio es mejorable. Pero es injusto que ustedes lo cuestionen sin ningún argumento científico».
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