El intento de reprobar a Sagardui en el Parlamento lleva al límite la tensión entre PNV y Bildu

La formación de Arnaldo Otegi defenderá en el hemiciclo la reprobación de la titular de Salud por el «descontrol» de la campaña de vacunación, por «su comportamiento en la negación de irregularidades» y por «mentir al Parlamento». Los hechos se remontan a enero, cuando directivos de los hospitales de Basurto y Santa Marina, entre ellos dos cualificados militantes del PNV como Eduardo Maiz y José Luis Sabas, fueron inoculados cuando no les tocaba. En el primero de los casos, sin ser registrado; y en el segundo, fruto de un supuesto malententido en el envío de viales al centro.

Desde el estallido del escándalo, la oposición ha tratado de cercar a la consejera, de la máxima confianza de Iñigo Urkullu. La versión de Sagardui es que no conoció ninguno de esos episodios irregulares y que, cuando lo hizo, actuó pidiéndoles su renuncia. Sin embargo, los mensajes que intercambió con Sabas días antes de los hechos, revelados por EL CORREO, ponen en duda ese relato. Unos claroscuros que los grupos vienen queriendo disipar con la comparecencia de los implicados en sede parlamentaria, extremo que PNV y PSE han vetado gracias a su mayoría absoluta.

«No quieren conocer la verdad, buscan imponer el relato único de Sagardui. La ciudadanía tiene el derecho a saber la verdad y se lo han quitado. ¿Qué tienen que esconder? ¿De qué tienen miedo?», se preguntó Maddalen Iriarte. La portavoz de Bildu insistió en que la consejera «mintió» en sus explicaciones del escándalo y enmarcó esa actitud en la del resto del Gabinete de Iñigo Urkullu. «La única preocupación de este Gobierno es salvarse por encima de cualquier otra cosa», agregó en una comparecencia ante los medios.

La posición de Iriarte irritó sobremanera al PNV. El parlamentario Iñigo Iturrate salió de inmediato a responder y lo hizo con un discurso plagado de palabras gruesas y duras acusaciones. La reprobación, antepuso, «es un despropósito, una irresponsabilidad y una sinvergüenzada política» con la que se pretende «poner en duda todo el sistema público de salud». En opinión del representante jeltzale, Bildu se dedica a «enredar» justo ahora que la cuarta ola de la pandemia muestra una tendencia a la baja, «vemos la luz y hay motivos de confianza».

El tono fue 'in crescendo' hasta que el contenido trascendió más allá de la simple iniciativa. «Estamos hartos de escuchar que todo se hace mal, que se ha improvisado, que ha habido descoordinación. Más allá de reprochar, ¿qué medidas ha propuesto Bildu? ¿Qué haría Maddalen Iriarte? Ya está bien de tirar la piedra y de querer destruir», lanzó. Iturrate reservaba la traca final para tachar de «la peor calaña» al grupo abertzale y acusarle de querer «sacarse en el Parlamento vasco la foto de Colón» por un eventual apoyo de PP+Cs y Vox a su propuesta.

Los aludidos respondieron después. PP+Cs anunció que se sumará a la solicitud de reprobación, aunque a través de su propia enmienda al texto original, mientras que Vox se desmarcará porque, aunque comparte el fin, no está dispuesto a «hacerle el juego a Bildu». Elkarrekin Podemos-IU, mientras tanto, se lo piensa.