El Parlamento ratifica a Aldekoa como director de EiTB entre dudas sobre su «independencia»

A los grupos ajenos al Ejecutivo autonómico, especialmente a EH Bildu, les chirría que un destacado militante del PNV, exasesor de Iñaki Azkuna y del propio lehendakari, Iñigo Urkullu, tenga el perfil idóneo para pilotar un ente público que se rige por principios de objetividad y pluralismo político. «¿Puede ser independiente una persona que ha trabajado toda su carrera en cargos de designación política? ¿Estará al servicio de EiTB o al del Gobierno?», se ha preguntado la abertzale Jasone Agirre, trabajadora en excedencia de la radiotelevisión pública.

El resto de las formaciones de la oposición han sido algo menos críticas con el perfil de Aldekoa, aunque también han denunciado la «politización» del ente y, especialmente, el método para nombrar a su dirección general. «Es necesario establecer un mecanismo de elección que sea por concurrencia y que venga acompañado por otros proyectos de reforma», ha reivindicado el representante de Elkarrekin Podemos-IU David Soto. PP+Cs, por boca de Luis Gordillo, ha pedido un proceso «con luz y taquígrafos» a través de un concurso público, mientras que Amaia Martínez (Vox) ha reclamado una administración de «profesionales independientes».

Entre los partidos que sustentan el Gobierno vasco, el jeltzale Joseba Díez ha alabado la «trayectoria exitosa» de Aldekoa y su experiencia tanto en medios de comunicación como en gestión pública. También se ha mostrado proclive a analizar un posible cambio en el modelo de designación, aunque ha reprochado a la oposición que haya tenido «cuatro años para hacerlo». Desde el PSE, Miren Gallastegui ha confiado en la «capacidad de trabajo y el talante dialogante» del nuevo responsable para afrontar la reforma del ente público.

El nombramiento de Aldekoa se materializará de forma definitiva el lunes, cuando el lehendakari firme el decreto correspondiente. El nuevo director general de EiTB llega al cargo con el reto de reflotar las audiencias de los principales canales, especialmente los de euskera, que han caído a mínimos históricos desde el comienzo de la pandemia por las escasas emisiones deportivas, una de sus principales ofertas. Además, también se encontrará con la pugna que PNV y EH Bildu han llevado a la televisión pública, con las quejas de los partidos constitucionalistas de fondo por el sesgo «nacionalista» de los informativos.