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La declaración final del Parlamento vasco no alude a personas concretas, pero el destinatario es más que evidente. Su nombre ha monopolizado una hora de debate en la Cámara vasca este jueves. Los votos de PNV, PSE y PP han llevado al pleno a ... mostrar su «agradecimiento» a Amancio Ortega por las donaciones que ha realizado a Osakidetza para luchar contra el cáncer. 14,7 millones de euros que se invirtieron en la compra de cinco aceleradores radiológicos con los que se trata a unos 2.500 pacientes anuales. La iniciativa ha sido rechazada por EH Bildu y Elkarrekin Podemos, que consideran que las necesidades de la sanidad vasca deben sufragarse vía impuestos y que debe elevarse la presión fiscal a las grandes fortunas para no depender de sus «limosnas dominicales».
Lo cierto es que el 'regalo' del fundador de Inditex a la sanidad pública vasca a través de la fundación que lleva su nombre se realizó en 2017, pero el tema ha llegado este jueves al Parlamento autonómico por la polémica generada durante la campaña electoral... en Madrid. Tras conocerse otra donación a Cataluña, Pablo Iglesias deslizó que Ortega tenía estos gestos a la vez que evadía impuestos, por lo que «una democracia digna» no debería aceptar las cesiones. «Repita eso mirando a los ojos a los enfermos de cáncer», le reprochó Albert Rivera. Y las redes sociales bulleron durante días.
Y este jueves ha bullido la Cámara vasca. La necesidad de aplaudir al magnate la ha puesto sobre la mesa el PP, que ha sido secundado por los partidos que sustentan al Gobierno. Su única condición: que el agradecimiento fuera generalizado a todos los donantes que tiene Osakidetza. Porque hay más. Los hospitales de Bizkaia gestionaron el año pasado otro millón de euros 'extras'. Pero el quid de la cuestión es Amancio Ortega. «Hay que homenajearle y no insultarle», ha pedido el parlamentario popular Carmelo Barrio. «No hay ceros para valorar lo que ha hecho desde el punto de vista sanitario».
La donación del fundador de Inditex permitió a Osakidetza sustituir cinco de sus aceleradores –tiene diez– y adquirir un mamógrafo de última tecnología. «Y las partidas que se iban a destinar a esas operaciones pudieron ser destinadas a otros gastos», han explicado el jeltzale Kerman Orbegozo y la socialista Natalia Rojo. «Esto no va de apoyar a los ricos sino de aplaudir un gesto que no exime de pagar impuestos», ha añadido la segunda.
Los representantes de EH Bildu y Elkarrekin Podemos sí que consideran que el gesto de Amancio Ortega abre la puerta a debates más profundos: el de que el Gobierno destine más recursos a Osakidetza, el de la necesidad de que el sistema tributario vasco sea «más justo y progresivo» y el del impacto que tendría la creación de tributos a las grandes fortunas como el impuso la izquierda abertzale en Gipuzkoa (y luego retiró el PNV).
Intentando contextualizar la cuantía de la donación, la parlamentaria independentista Leire Pinedo ha calculado que el magnate gallego hubiera abonado más de 90 millones a Hacienda si Inditex hubiera sido guipuzcoana cuando gobernaba Bildu y el podemita Juan Luis Uria ha recordado que los donantes se desgravan en España el 30% de sus aportaciones desinteresadas. «La beneficencia es decimonónica», ha insistido Pinedo tras asegurar que la publicidad que el Gobierno dio al 'regalo' de Ortega supuso «una gran campaña de marketing» para Inditex. «No le pongamos en un altar por el simple hecho de donar».
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