![«A mi padre le hubiera gustado mucho ver que Bilbao ha puesto esta placa»](https://s2.ppllstatics.com/elcorreo/www/multimedia/2024/03/19/2placa-k9M-U2101864342845nPI-1200x840@El%20Correo.jpg)
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El Ayuntamiento de Bilbao y el Foro Bilbao para la Paz y la Convivencia han colocado este martes una placa en memoria de una víctima de ETA, Benicio Alonso. Era uno de los tres trabajadores del Banco de Vizcaya que murieron por la bomba colocada ... por la banda en la torre que era la sede central de la entidad financiera y ahora ocupan la Diputación y Primark. Aquella explosión, registrada el 5 de febrero de 1983, costó la vida también a dos trabajadores más: Ramón Iturriondo y Aníbal Izquierdo. Hubo diez heridos.
María Anunciación Alonso, una de las dos hijas de Benicio, ha explicado que «a mi padre le hubiera gustado mucho ver que Bilbao ha puesto esta placa». Ella tenía entonces 23 años. Le ha recordado como «un hombre trabajador, muy sensible, que no tenía nada que ver con la política, una persona sencilla al que le gustaba ir al pueblo e ir levantando poco a poco una casita desde unas ruinas para cuando se jubilase». Ha admitido que «el atentado nos afectó mucho» y que «en aquel momento no encontramos apoyo en la sociedad porque había mucha gente que veía con buenos ojos aquellas acciones y hay algunos que todavía lo ven así, pero la conciencia sobre que el terrorismo mata inocentes ha aumentado».
ETA llamó a la centralita del banco poco antes de la explosión pidiendo que lo desalojasen en diez minutos pero, según relata la obra 'Vidas Rotas', de Florencio Domínguez, la deflagración se produjo «tres minutos después de la llamada». Aquel atentado causó conmoción en Euskadi por la muerte de tres civiles y Bilbao acogió una manifestación el 7 de febrero bajo el lema 'ETA no, el pueblo unido por la paz' en la que participaron 50.000 personas, según las crónicas de la época. Aunque ETA había señalado al banco entre sus objetivos, la banda se vio obligada a enviar un comunicado a 'Egin' para contrarrestar el rechazo general. Habló entonces de «lamentable suceso» y «autocrítica pública».
En el acto de este martes, que ha estado abierto a la ciudadanía, se ha realizado una ofrenda floral con la presencia de familiares y allegados, junto a representantes y autoridades municipales y del Foro Bilbao para la Paz y la Convivencia. Amaia Arregi, alcaldesa en funciones de la capital vizcaína, ha explicado que «este es un homenaje merecido y emotivo que está centrado en la familia».
No es el primer acto de este tipo que se realiza desde que en noviembre de 2022 se colocó la primera placa en memoria de una víctima del terrorismo en Bilbao. Aquello en recuerdo a Ángel Pascual, un ingeniero de Lemoiz asesinado por ETA. «Hemos puesto tres pero tenemos varias más pedidas, siempre de acuerdo con la familia», ha detallado Arregi.
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