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Esther Martínez (Barakaldo, 1971) fue elegida a finales del año pasado secretaria general del PP vasco, cargo que compatibiliza con la portavocía de su partido en el Ayuntamiento de Bilbao. Una capital vizcaína que acaba de dar por concluida la Aste Nagusia, en la que ... los populares han podido tener txosna después de 26 años de ausencia motivada, entre otras cuestiones, por la presión de los violentos. Martínez no oculta su satisfacción por una apuesta arriesgada, pero cuyo resultado considera «muy positivo». La 'número dos' de Javier de Andrés marca las líneas por las que discurrirá la estrategia de su partido en este nuevo curso político, que arranca este jueves con el Consejo de Gobierno de Miramar presidido por Imanol Pradales.
- ¿Qué ha significado para el PP haber recuperado esta txosna?
- Estamos encantados de haber vuelto a poner Kaioa después de tres décadas. Ha supuesto la vuelta del PP al espacio festivo en Aste Nagusia; tener un punto de encuentro con todos los que se han querido acercar, que afortunadamente han sido muchos. Esto es el principio de algo que ha venido para quedarse. El PP representa a miles de vizcaínos y vascos, y debe tener su espacio, pero no solo para nuestros militantes, sino para todo el mundo. Y por cierto, nosotros hemos dado ticket, no como otras txosnas.
- ¿Le preocupa la presencia de las fotos de los presos de ETA en el recinto festivo?
- Bilbao es una villa de la que debemos estar orgullosos y tenemos una Aste Nagusia que debe ser de todos, y como tiene que ser de todos, pues no todo cabe. En vez de estar hablando de todas las actividades, tenemos que estar haciéndolo de esa parte oscura de la fiesta.
- ¿Cree que se debería impedir su colocación?
- Para poder tener acceso a una txosna hay que cumplir una serie de valores. Habrá que revisar quién lo está haciendo y quién no. No es normal que se vayan dando concesiones de txosnas año tras año a comparsas que no están cumpliendo con esos valores que debemos acreditar todos.
- ¿Hay dejación institucional?
- En las próximas semanas nos vamos a poner a trabajar en ello. Hay unos reglamentos que hay que cumplir, y habrá que ver si se hace o no. O si el Gobierno municipal, como en tantas otras cuestiones, prefiere ponerse de perfil porque es más cómodo. El problema es que la comodidad de algunos genera una incomodidad para una gran mayoría social de Bilbao.
- Esta misma semana arranca el curso político. Imanol Pradales ya ha dejado claro que piensa plantear al resto de partidos «pactos de país». ¿Está el PP dispuesto a suscribirlos?
- Estamos dispuestos a tender la mano y a llegar a acuerdos con el lehendakari. El problema es que el PNV está acostumbrado a ofrecer pactos que luego se quedan en papel mojado. Y nosotros somos exigentes. Le pongo un ejemplo: todo lo relacionado con la seguridad ciudadana. No se puede decir que se quiere firmar un gran acuerdo sobre esta materia y al mismo tiempo negar el principio de autoridad de la Ertzaintza o los efectivos que necesitamos. La inseguridad genera miedo y nos resta libertad. Y no es que lo digamos nosotros, es que lo plantean los ciudadanos en todas las encuestas.
- ¿No aprecia un cambio en las formas respecto a Iñigo Urkullu?
- Lo que estamos observando es que se está haciendo un Gobierno con la superestructura de un Ejecutivo imperial. Es una fachada de cartón piedra que nos ha obligado a cambiar Lakua y el Parlamento. Es todo un hito de como han hecho el pacto de gobierno, que es continuista, que se ha demostrado agotado y que lo único que está haciendo son nombramientos.
- Pues Arnaldo Otegi sí ve algo distinto.
- Obviamente cada persona tienen su estilo y Urkullu marcó una impronta. Lo que espero de Pradales es que se deje aconsejar, y no por Bildu, porque por ahí no irá bien.
- ¿No ve un cierto giro, por ejemplo, en Osakidetza?
- Es que hay un problema de modelo. Todos conocemos casos de gente que llama para pedir una cita y se la dan para dentro de seis meses. Algo de lo que estábamos profundamente orgullos los vascos ahora está perdiendo brillo.
-Da la sensación de que la oposición del PP al Gobierno vasco será muy dura.
- El problema de los dirigentes del PNV es que llevan tanto tiempo pisando moqueta que se les ha olvidado pisar suelo. Nosotros queremos liderar las iniciativas.
- ¿Cómo se conjuga hacer oposición a Pradales con intentar tender puentes con el PNV para debilitar la posición de Sánchez?
- Hay que ver en qué podemos coincidir. Si el PNV está dispuesto a que los servicios públicos que se prestan en Euskadi sean los mejores, entonces no tendrá otra opción que acercarse al PP.
- Pero ustedes también tendrán que hacer algún gesto si quieren atraer a los jeltzales y reforzar la posición de Feijóo.
- Bueno, algunos sabrán hasta cuándo se van a dejar engañar y cuánto les renta.
- ¿Hasta qué punto cree el PP que la polémica sobre el 'concierto' catalán es peligrosa para el sistema vasco de financiación?
- Bueno, lo importante es hacer una defensa de nuestro autogobierno y de nuestras instituciones. El Concierto vasco no es nada comparable con el catalán. El nuestro está avalado en la Constitución y por los tribunales europeos. Tenemos que hacer pedagogía y aclarar lo que significa, que los vascos asumimos un riesgo unilateral. No tiene nada que ver con el pacto que han firmado el Partido Socialista y Esquerra.
- ¿No se está cayendo en el populismo con la inmigración?
- Necesitamos una inmigración ordenada y legal, que a las personas que llegan les podamos ofrecer el trabajo que necesitan para poder desarrollarse.
- Pero eso no siempre puede ser así. La inmigración irregular siempre existirá.
- Pero no tiene que ser general. Es verdad que es algo que no solo nos compete a nosotros y que las instituciones europeas deben sentir como propio.
- ¿Y esa solidaridad que piden con Europa no se tendría que dar también dentro de España entre las comunidades? Ustedes rechazan el reparto obligatorio propuesto por el Gobierno.
- Nosotros llevamos tiempo pidiendo a Sánchez una conferencia de presidentes. Y ahora hemos visto lo que le ha costado al presidente de Canarias, Fernando Clavijo, reunirse con él a pesar de que llevaba diez días de vacaciones en Lanzarote.
- ¿Qué le parecieron las declaraciones de su compañero Xavier García Albiol señalando a un grupo de marroquíes que viajaban en un ferry?
- Bueno, todos vemos cómo pasan las cosas, algunos las comentamos y otros las escriben.
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