Otegi denuncia que «todo vale contra Bildu» y sus juventudes hablan de «montaje policial»

«Todo vale contra EH Bildu», denunció ayer Arnaldo Otegi. En su primera reacción dos días después de registrarse la agresión de Vitoria, el coordinador general de la coalición independentista evitó pronunciarse sobre el ataque de tres jóvenes radicales a un ertzaina y cargó contra «los Ferreras de aquí, que haberlos haylos en abundancia». Dibujó así una campaña contra su formación aprovechando la 'percha' de un mensaje en el que un tuitero sostenía que «cuando un cargo institucional del PNV roba, no es asunto del PNV, pero cuando un desconocido agrede a un ertzaina, está Bildu detrás».

Las juventudes de Sortu incluso denuncian que la agresión del pasado domingo, por la cual tres varones fueron arrestados y puestos en libertad con cargos, fue un «montaje» de la Ertzaintza. «Ante la represión de los zipaios, solidaridad con los detenidos. Ninguna legitimidad a las palabras de los enemigos de este país», afirmó la organización de Ernai en la capital alavesa. Un mensaje muy similar, prácticamente calcado, al que horas antes habían difundido los disidentes de Gazte Koordinadora Sozialista (GKS): «Solidaridad con los detenidos. ¡Ante la represión, solidaridad de clase!».

Hasta ahora el único pronunciamiento de la izquierda abertzale en contra del ataque lo ha protagonizado el portavoz de EH Bildu en el Ayuntamiento de Vitoria. Félix González expresó el «rotundo rechazo» de su formación «a cualquier tipo de agresión» e hizo un llamamiento a la población para «disfrutar de las fiestas con moderación y respeto». Un mensaje que el resto de actores políticos consideran insuficiente por parte de esta formación. Hasta el lehendakari, Iñigo Urkullu, en una acusación velada, dijo esperar y desear que «determinadas formaciones políticas dejen de mirar hacia otro lado». El consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, agregó que «la izquierda abertzale tiene mucho que decir para que cesen de una vez por todas estas conductas propias del pasado al que nadie quiere regresar».

El Consejo de Gobierno celebrado ayer, el último antes del parón vacacional, hizo suyas las declaraciones de sus máximos representantes. El portavoz, Bingen Zupiria, manifestó la solidaridad de todo el Ejecutivo autonómico tanto con el agente agredido en Vitoria como con la compañera de Mutriku boicoteada en su pueblo. En este sentido, afirmó que sería «terrible» que las fiestas de este verano se conviertan en lugar de «agresiones y exclusiones como las que hemos vivido», máxime cuando «durante casi tres años no hemos podido disfrutar con naturalidad» de estas actividades por la pandemia.

«Nadie tiene derecho a impedir a un ciudadano disfrutar de sus derechos fundamentales, sea ertzaina, profesor, médico o músico», prosiguió Zupiria. Y, al igual que hizo el lehendakari, señaló a la izquierda abertzale sin mencionarla expresamente: «Todos sabemos quiénes han fomentado el uso de la intolerancia y la violencia contra seres semejantes y todos constatamos que ha habido una corriente política que ha alimentado estos comportamientos del todo inaceptables». De esta forma, reclamó que «todos pongamos todo lo que está en nuestras manos para impedir que estas situaciones se reproduzcan».

En términos similares se pronunció ayer el diputado general de Álava. Ramiro González apuntó a «determinadas organizaciones y culturas políticas» que habrían alimentado conductas como el señalamiento y el control sobre el espacio publico. «Continúan siendo cómplices de estos comportamientos y creo que tenemos que ser absolutamente exigentes porque la convivencia sólo se puede construir desde la libertad de todos. Y, en este momento, hay personas que no se sienten libres para acudir a determinados lugares», zanjó.