Óscar López sale ya a la carga contra Ayuso: «Nos vamos a divertir»

El reto al que pretende enfrentarse el que, hasta el pasado septiembre era jefe de gabinete de Pedro Sánchez en la Moncloa, no es nada sencillo. La federación madrileña es, desde hace tres décadas, un agujero negro para el PSOE. En este momento, y desde que en 2021 fueron adelantados por Más Madrid, los socialistas madrileños ni siquiera son el primer partido de la oposición en la región y a eso hay que añadir serios problemas de    convivencia interna. El ministro, acompañado de un puñado de militantes, de concejales y de dirigentes de la regió, se mostró convencido, sin embargo, de poder salir airoso del envite. 

López, que ya dirigió la primera campaña de Educación Ángel Gabilondo en 2015, en la que el exministro se quedó a solo un escaño de poder gobernar, presume de tener tomada la medida a Ayuso y a su jefe de gabinete, Miguel Ángel Rodríguez. «Ya he notado su cariño desde el minuto uno. Conozco bien a la fachosfera, cómo se dedican a insultar, a destrozar al rival, a lanzar bulos, a lanzar mentiras. Me río tanto con mis amigos de barrio cada vez que leo lo que dicen..», ironizó. Y a modo de declaración de intenciones remachó: «Nos vamos a divertir».

Óscar López lleva más de veinte años ocupando puestos de responsabilidad en el PSOE, con José Luis Rodríguez Zapatero, con Alfredo Pérez Rubalcaba y con Sánchez (como él ahijado político del exvicesecretario general del PSOE, Pepe Blanco) y eso hace su referencia a sus amigos «del barrio» menos casual. Es un guiño a la izquierda, a un origen de clase popular, pero también a su madrileñismo.

Apadrinado por Blanco, el hoy ministro –según dejó claro ayer con intención de seguir siéndolo al menos hasta las próximas autonómicas– fue candidato a las elecciones de Castilla y León, de donde es su familia, en 2011. Y ese precedente pesa en su currículum. Como ahora, también en aquella ocasión le tildaron de paracaidista, pero entonces con más razón porque, efectivamente, su vida estaba y está en Madrid.

El PP regional ya ha usado aquella experiencia, en la que fue aniquilado por    Juan Vicente Herrera; su estrecha cercanía a Sánchez y las sospechas de que su subordinada en la Moncloa, Pilar Sánchez Acera, filtró el correo del novio de Ayuso por el que el Supremo investiga al fiscal general del Estado, para tratar de erosionarlo antes siquiera de que comiencen las primarias (el 11 de enero se vota si hay más de un candidato y el 1y 2 de febrero será el congreso). Él aseguró ayer que la decisión de competir contra Ayuso fue suya y no del presidente; se mostró seguro de que la investigación del alto tribunal no le afectará y presumió del 30% de voto logrado en Castilla y León frente al 22% de la hoy presidenta por mayoría absoluta en sus primeras elecciones. Y añadió: «Ahora soy mejor que entonces».