Andoni Ortuzar, este viernes en Zarautz. Efe

Ortuzar gana tiempo y aplaza el debate sobre su relevo hasta definir el «proyecto»

Avisa al PP de que «no nos va a amedrentar» y acusa a Bildu de «celebrar el triunfo de un dictador y jalear a quien roba elecciones»

Viernes, 30 de agosto 2024, 21:02

«¡Somos el PNV! ¡Somos el partido! ¡Alderdia gara!». Así despidió este viernes Andoni Ortuzar su primera y esperada intervención del curso político, todo un acto de autoafirmación y de inyección de moral a una sigla algo alicaída tras los últimos reveses electorales y a ... punto de dar inicio a uno de los procesos internos más decisivos de los últimos lustros, tras el relevo de Iñigo Urkullu por Imanol Pradales y con la incógnita de hasta qué punto esa renovación, generacional y de concepto, se extenderá al EBB y a las ejecutivas territoriales.

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Como era de esperar, Ortuzar, que protagonizó el tradicional mitin de arranque de temporada en el malecón de Zarautz, no dio pistas sobre su relevo al frente de la ejecutiva jeltzale, y ni siquiera aclaró si lo habrá. Pero no es que pasara de puntillas sobre el asunto, sino que quiso enviar un mensaje potente en clave interna para dejar claro que «las personas», es decir, la designación de la futura cúpula del PNV, «es la última parte de este proceso» y debe supeditarse a otras dos variables que van primero, la definición del «proyecto político» para «el próximo tiempo» y la «organización» interna para llevarlo a cabo. «Proyecto, organización y personas. Por ese orden», aleccionó.

Ortuzar dio a entender así que los trabajos para renovar el corpus ideológico del partido –la última ponencia política aprobada al completo data de 2007– y para poner al día los estatutos y agilizar los procesos asamblearios que vertebran la vida interna irán por delante de los nombres. Y volvió a insistir, para ganar tiempo y zanjar por el momento el debate, muy vivo internamente, sobre su continuidad o su posible relevo, en que en Sabin Etxea no hay 'dedazos' sino que «aquí quien decide sois vosotras y vosotros» porque el PNV es un partido «de bases, de militancia» y no de «cuadros». «El poder de proponer, el poder de decidir, el poder de elegir va a estar en nuestros batzokis. Son las asambleas las que mandan y deciden», enfatizó.

Un proceso que, recordó, arrancará en el Alderdi Eguna del próximo 29 de septiembre en Foronda, un día del partido «muy especial» al que llamó a acudir en masa. Será allí donde se anuncie la fecha, el lugar y los «contenidos» de la IX Asamblea General, prevista en principio para marzo, seis meses después de ese simbólico pistoletazo de salida. La gran incógnita de cara a la cita en las campas es si Ortuzar desvelará al menos su voluntad de continuar o entonará algo que pueda interpretarse como un agur o un paso al lado. Fuentes consultadas en el partido creen que sólo lo hará si para entonces hay un candidato de consenso atado y con el plácet de las distintas territoriales. Una sucesión ordenada para la que suena, de haber relevo, el nombre de Aitor Esteban, un dirigente al que se considera de peso y con buen cartel interno y que ha vuelto a la palestra con redoble de tambores con su sonado tuit de respuesta al popular Miguel Tellado.

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«Política de chancleta»

El «torpe, que eres un torpe» que le dedicó el portavoz del PNV en el Congreso al diputado popular después de que éste afeara a los jeltzales que no apoyaran las solicitudes de comparecencia de Sánchez y su Gobierno para dar explicaciones, especialmente sobre Venezuela, resonó ayer en Zarautz, en presencia del lehendakari, Imanol Pradales, y las principales autoridades del partido. Aunque prefirió no meter el dedo en el ojo más de la cuenta y obvió las críticas más gruesas del PP –por ejemplo, la acusación de «alquilar» el partido a Pedro Sánchez–, Ortuzar celebró el «más que merecido 'zaplazteko' que le ha dado Aitor» a los populares tras sus reproches «injustos y barriobajeros». «No nos van a amedrentar», avisó a Génova.

El presidente del PNV recurrió al símil de la «política de chancleta» para reafirmarse frente al PP y, sobre todo, frente a Bildu, el destinatario preferente de sus dardos. «Nosotros hacemos política con zapato de material, con alpargatas o con abarcas si hace falta, pero siempre llevamos el pie bien sujeto y pisamos firme», se jactó Ortuzar.

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Con Bildu no hubo tregua y el líder jeltzale reprochó a los de Arnaldo Otegi sus discursos «buenistas» de mano tendida cuando, en realidad, sólo buscan el «acoso y derribo» y «desgastar» no sólo al PNV sino también «a las instituciones», algo que, avisó, «no van a lograr» porque el lehendakari y su Gobierno seguirán en la senda de los acuerdos «de país», la negociación y el pacto. Después de que Pradales les acusara este jueves de seguir «en el pasado» y hacer oposición «con puño de hierro en guante de seda», Ortuzar, menos sutil, insistió en que «son los de siempre». «Cambian el discurso, cambian el 'look', pero por detrás sigue estando el 'jo ta ke'».

Pero si por algo atacó Ortuzar a EHBildu fue por su apoyo explícito a Nicolás Maduro tras las presidenciales venezolanas de julio, en las que no sólo dieron por bueno el triunfo del régimen bolivariano, sin actas que lo certifiquen, sino que lo celebraron con entusiasmo desde Caracas. El presidente jeltzale, que recordó cómo Otegi se jactó de que el PNV «copiaba» sus políticas, avisó de que nunca les copiarán en «celebrar» el triunfo de «un dictador» y en «jalear a quien roba elecciones, masacra a la oposición y reprime al pueblo». En cambio, Ortuzar sacó pecho por haber participado en nombre del PNVen la convención demócrata de Chicago que ha certificado la candidatura de Kamala Harris a la presidencia de EE UU, «la única fuerza política de todo el Estado que ha estado presente», Y recordó que Bildu, en cambio, felicitó a Trump por su victoria en 2026.

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