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alberto surio
Domingo, 14 de marzo 2021, 23:50
Atrás quedan los tiempos en que Jarrai y Segi eran la referencia exclusiva de los jóvenes de la izquierda abertzale. Hoy, en la Euskadi sin violencia, la juventud de ese sector afronta una situación compleja, con dos organizaciones que se disputan su liderazgo sociológico. ... Se trata de Ernai, oficialmente ligada a la izquierda abertzale y a la estrategia de EH Bildu, y Gazte Koordinadora Sozialista (GKS), que surge del mismo espacio ideológico pero como una escisión de la misma, con planteamientos más antisistema y rupturistas.
Ambas organizaciones libran un pulso por el timón en un momento en el que la plena normalización institucional de EH Bildu suscita determinadas contradicciones y condiciona la capacidad de acción. GKS se desmarca de la línea oficial expresando sus críticas al discurso 'reformista' que, en su opinión, exhibe en este momento la izquierda abertzale oficial por su praxis negociadora con el Gobierno de coalición PSOE-Unidas Podemos. GKS hunde sus raíces en un relato de marcado acento anticapitalista, pero no se alinea con el movimiento ATA, surgido como una escisión de la izquierda abertzale oficial para exigir la amnistía. Mantiene, de hecho, una dinámica más compleja, que combina la puesta en marcha de 'consejos socialistas' para defender la cultura revolucionaria en la sociedad vasca con su involucración en determinados movimientos de base.
En todo caso, el pulso que se dirime sí exhibe las paradojas que implica el aterrizaje en la política institucional. El sábado, Ernai organizó una manifestación en Hernani para denunciar el actual modelo policial. Una iniciativa que trata de poner el foco en el papel de la Ertzaintza y en lo que entiende como «criminalización» de los jóvenes.
A su vez, GKS tampoco se ha quedado atrás y ha convocado para mañana martes en Vitoria una jornada de debate con la implicación de Arran, las juventudes de las CUP, muy presentes en los recientes disturbios de Cataluña, con la que se quieren estrechar lazos.
Uno de los espacios más sensibles en los que la batalla se presenta más abierta es el mundo de los estudiantes. El desmarque de Ikasle Abertzaleak respecto a EH Bildu ya dejó entrever que el sindicato estudiantil se alineaba con posiciones más rupturistas en defensa de la creación del 'estado socialista vasco' y la denuncia de las políticas «burguesas». La ruptura provocó la aparición de Ikasleria Martxan, afín a Bildu y Sortu, un nuevo ejemplo de la atomización del mundo abertzale desde el final de la violencia.
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