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Un documento de apenas dos páginas y media con una información «vaga», sin las concreciones necesarias y, «para colmo», firmado por cargos designados por el propio Gobierno vasco. El informe sanitario que esgrimió Iñigo Urkullu el jueves como aval científico para que las elecciones autonómicas se celebren en julio, tal y como prefiere, ha soliviantado a la oposición. Sus representantes consideran que no es suficiente para justificar la convocatoria y reclaman un análisis mucho más exhaustivo, incluso con la participación de expertos independientes, para garantizar que la cita se pueda desarrollar «con un mínimo de seguridad» en plena pandemia del coronavirus.
Consciente del escepticismo de las formaciones políticas sobre la fecha de los comicios, el lehendakari presentó en la mesa de partidos un breve dosier realizado por el Departamento de Salud sobre la evolución de la Covid-19 y su previsión a medio plazo. El escrito viene firmado por el viceconsejero, Iñaki Berraondo, y los máximos responsables de los servicios de Salud Pública; todos salvo uno, nombrados por libre designación. Y su conclusión es clara: «Tanto el otoño como el próximo invierno no son tan propicios como el verano para la celebración de unas elecciones». Una autorización de facto para activar la maquinaria hacia las urnas.
La polémica está en la interpretación de datos que deriva en tal pronunciamiento. Expertos en Salud Pública y Epidemiología consultados por este periódico consideran que el informe no aporta «elementos de análisis para una toma de decisiones». En concreto, no recoge proyecciones basada en cifras sobre la futura evolución de la pandemia y se limita a señalar que «la mayoría de expertos» consideran que lo «previsible» es que caiga a mínimos durante el verano para sufrir un repunte con la entrada del otoño. Tampoco se realizan comparaciones con brotes anteriores ni se informa de teorías alternativas a la expansión del virus.
La oposición clama contra el documento. «Es poco serio», plantean fuentes de EH Bildu, que critican que Urkullu se escude en sus propios compañeros de Gabinete para apoyar su tesis personal. «El lehendakari solo habla con los suyos y los informes los hacen los suyos. Ese es un modelo de gobernanza que no tiene futuro», expresan. Según la coalición abertzale, los comicios deben llevarse a cabo con todas las garantías sanitarias, por lo que exigen datos «rigurosos e independientes» para que sus conclusiones «no respondan a intereses de parte».
En el PP vasco creen que el documento presentado esta semana no es más que «una opinión informada de parte» y piden que se tenga en cuenta el criterio del Consejo Asesor de Enfermedades Infecciosas, «que no se ha pronunciado». Además, reclaman que su contenido se complete para la reunión convocada para el día 14 con mayor precisión en las medidas de seguridad para la campaña y la propia jornada de votación. Entre otras, Seguridad plantea dotar de EPI a los miembros de las mesas, fomentar el uso del voto por correo o establecer turnos de votación en los grandes colegios.
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