
Ortuzar rubrica su legado
Análisis ·
El presidente saliente del EBB no podía permitirse dejar el cargo con una imagen de impotencia y derrota, pero la entente con Podemos obliga a sus sucesores a afinar el relatoAnálisis ·
El presidente saliente del EBB no podía permitirse dejar el cargo con una imagen de impotencia y derrota, pero la entente con Podemos obliga a sus sucesores a afinar el relatoSuele decirse que la política hace extraños compañeros de cama y la reforma fiscal acordada por PNV y PSE con Podemos es buena prueba de ... ello. Hace no tanto tiempo, poco más de dos años, Andoni Ortuzar y los morados andaban no ya a la gresca sino directamente a tortazo limpio (dialéctico). Que si son «lo peor de la política», al nivel de Vox, se despachaba el presidente del EBB, que si es «un machirulo arrogante», se la devolvía Pablo Iglesias. Tampoco hay que remontarse tan atrás: hace pocos meses Ione Belarra bautizó a los jeltzales con el cariñoso apelativo de «cachorritos de Repsol», sumisos según ella a los dictados de Josu Jon Imaz por oponerse a hacer permanente el controvertido gravamen a las energéticas.
Publicidad
Es de suponer que a Imaz, y a otros votantes tradicionales del PNV no necesariamente al frente de grandes empresas, les habrá, como mínimo, chirriado el acuerdo y, sobre todo, los aliados que Sabin Etxea ha elegido para aprobarlo. No ya porque ambas fuerzas hayan demostrado ser como el agua y el aceite -al final, casi siempre se acaba imponiendo el pragmatismo-, ni siquiera por la «decepción» que anidó en Sabin Etxea tras la espantada inicial de Richar Vaquero, sino, sobre todo, porque el «giro a la izquierda» fiscal del que presume Podemos Euskadi desconcierta, sin duda, a las empresas y a las clases medias o medias-altas que siempre han visto en el PNV a uno de los suyos. A un aliado. Por no hablar de que si la reforma beneficia a un millón de vascos, como celebró ayer Ortuzar, habrá otro millón, a ojo de buen cubero, a los que obligará a rascarse un poco más el bolsillo al saldar cuentas con Hacienda. Y seguramente hay más votantes jeltzales en esta última mitad que en la primera.
¿Dónde está aquel Ortuzar que renegaba del extremismo de los morados? ¿El que prometía hacer pinza con Junts para empujar hacia el centro las leyes del Gobierno de Sánchez? ¿El que se definía como «responsable y de centro» frente a una Belarra a la que «se la sopla Euskadi»? Seguramente, sigue ahí. ¿Qué ha sucedido entonces para que una política tan ideológica como la tributaria se haya acordado con la fuerza más a la izquierda del espectro vasco, extraparlamentaria además?
Además del exitoso veto al PP de un exultante Eneko Andueza, sucede que ésa era la única salida realista y viable para evitar que la reforma se quedara en el limbo o para no dejar el 'marrón', coloquialmente hablando, a un recién aterrizado Aitor Esteban. Cualquiera de las dos opciones era lesiva para Ortuzar, cualquiera de ellas equivalía a abandonar la presidencia del EBB con un sabor amargo a impotencia o a derrota. Por eso, Koldo Mediavilla, que ha encabezado la delegación negociadora jeltzale, apelaba este sábado a la buena 'vibra' de tauro y géminis (su signo zodiacal y el de Richar Vaquero) para dar otra oportunidad al acuerdo.
Publicidad
Detrás de esa literatura, latía la necesidad de Ortuzar de estampar una rúbrica digna a su legado político. Volver a llamar a la puerta de Bildu, o iniciar una negociación con el PP que exigía dar la vuelta a un acuerdo que se había señalado ya como listón inamovible, era sinónimo de problemas. Además, el PSE, socio minoritario, había marcado el camino. «Era lo más rápido y lo más barato», asumen en el PNV. También una excelente noticia para los socialistas, no del todo cómodos con el texto inicial. Los jeltzales se aferran a la idea de que este acuerdo les beneficia en su pelea cuerpo a cuerpo con Bildu y desnuda el tacticismo de los de Otegi, además de «retratarles» en el 'no' con el PP. Incluso aunque así sea, otra parte de su electorado se habrá quedado perpleja con el pacto, lo que obliga a quienes ahora cogen las riendas a afinar el relato para explicar eso de que el PNV no es ni de izquierdas ni de derechas, sino de Euskadi.
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.