El nuevo estatus pierde velocidad
Análisis ·
La consigna del PNV es no abrir un frente innecesario con el PSE ni perturbar al votante moderado. La de EH Bildu, desgastar a los jeltzales en puertas de un nuevo ciclo electoralAnálisis ·
La consigna del PNV es no abrir un frente innecesario con el PSE ni perturbar al votante moderado. La de EH Bildu, desgastar a los jeltzales en puertas de un nuevo ciclo electoral«Sin prisas». Esa es la consigna que se ha instalado en Ajuria Enea y en Sabin Etxea a la hora de abordar un debate peliagudo que se presuponía de vuelta por la puerta grande en octubre, el del nuevo estatus de autogobierno. Del «aquí ... y ahora» con que el lehendakari Urkullu apremió al Parlamento vasco en el último pleno de control de junio se ha pasado al lacónico mensaje con que despachó el asunto en la apertura del curso político en Miramar.
Publicidad
El jefe del Ejecutivo vasco se remitió al «programa de gobierno» pactado con el PSE y puso el énfasis en la defensa del «autogobierno reconocido». También, entre elogios a la «excelente» salud de la coalición, habló de la necesaria «actualización» del Estatuto pero sin concretar. Nada que ver con el trabajado discurso, en lo político y en lo jurídico, con que se descolgó a mediados de julio, en un acto de apertura de unos cursos de verano que, en principio, no invitaba a abrir un melón siempre problemático, sobre todo en tiempos de pandemia. Fue, por lo tanto, un aldabonazo meditado. «La legalidad no es inmutable, el respeto a la voluntad popular debe encontrar siempre un cauce de aplicación», proclamó entonces. «No es el momento de agitar estos temas», advierten ahora en Lehendakaritza.
¿Qué ha sucedido en apenas mes y medio de paréntesis estival para que los reverdecidos anhelos soberanistas del EBB, que anunció su intención de «liderar» este otoño el impulso al nuevo estatus, y del lehendakari ser hayan visto si no anulados sí visiblemente apaciguados? Varias cosas. Por ejemplo, el azote de una inesperada y mortífera quinta ola del virus, que ha crecido en paralelo a una violencia tan descontrolada como premeditada de un determinado sector de la juventud contra la Ertzaintza. Los incidentes en los botellones han azuzado a su vez el enconamiento entre PNV y EH Bildu, y han situado a los jeltzales en una posición que, en privado, reconocen cómoda.
Los titubeos de los de Arnaldo Otegi a la hora de condenar con contundencia los altercados taponan, creen los peneuvistas, la afluencia hacia las filas de EH Bildu de un electorado más identificado con las causas ecologistas, feministas e internacionalistas que puede enarbolar la izquierda abertzale que con un partido 'de orden' como el PNV. Los vericuetos en que se ha perdido Bildu al buscar en el capitalismo argumentos exculpatorios y el incomprensible retroceso, incluso para sectores de ese mundo, que supone el apoyo expreso de Sortu al retorno de los recibimientos a etarras en la plaza pública han puesto en bandeja al PNV un discurso de confrontación directa con Otegi, a quien ha recordado incluso, en contra de la costumbre, su pasado como miembro de ETA.
Publicidad
El nuevo estatus se convierte así en una trampa para osos donde Sabin Etxea no gana nada con meterse de hoz y coz porque el debate en torno a la justificación de la violencia le permite jugar en campo propio. De ahí que el PNV tenga claro que lo último que le conviene ahora es abrir fricciones con sus socios del PSE, que ya han avisado de que no cuenten con ellos para nada que «desborde la legalidad».
Los jeltzales no darán ningún paso, de hecho, que no esté pactado previamente con los socialistas, o que pueda soliviantar a su electorado -moderado- para el que la prioridad ahora es dejar atrás de una vez la emergencia sanitaria y recoger los frutos de la incipiente recuperación económica. El lehendakari ha captado ese cambio de frecuencia y, al cumplirse justo un año de su Gobierno, volcará su discurso en el pleno de política general en los esfuerzos de inversión pública de su Gabinete y delegará en el Parlamento cualquier avance en materia de autogobierno.
Publicidad
Un segundo vector que juega en contra de las prisas por sacar del cajón la reforma estatutaria es la constatación de que las expectativas sobre la mesa de diálogo catalana se han ido desinflando. La nueva etapa que inauguró Sánchez con los indultos explica que el PNV, que había abandonado el discurso soberanista, lo recuperara de manera llamativa. «Los españoles tienen que aceptar que Cataluña y Euskadi no se pueden quedar dentro del Estado español con la sensación de estar subyugados», avisó Ortuzar en una entrevista en EL CORREO en mayo. Pero el cuento ha cambiado desde entonces. A Sánchez no se le espera en la mesa Gobierno-Generalitat. «Pedro no va a ceder nada ahí. Se hablará de inversiones, de transferencias o de lo que ya contemplaba la Declaración de Barcelona, pero no va a pasar de eso», avisan dirigentes socialistas.
Con esos mimbres, el PNV optará por la cautela, es decir, por una vía intermedia. Ni se quedará de brazos cruzados -Bildu tendría hecho el discurso de aquí a las municipales y forales de 2023- ni se apresurará en registrar como proposición de ley un texto articulado que ponga ya en marcha el trámite parlamentario. «Saben que nosotros no vamos a entrar en el derecho a decidir ni en la bilateralidad y con Podemos no suman. ¿Qué van a hacer, prorrogar eternamente el plazo de enmiendas estos dos años para llegar a las elecciones en el mismo punto en el que estábamos?», explican, gráficamente, en el PSE. El escenario más probable, conceden en el campo jeltzale, es abrir una ronda «discreta» de conversaciones con el resto de grupos con el objetivo declarado (e imposible) de articular una redacción única del texto que afinaron los expertos pero que dejó importantes cabos sueltos. Una tarea para la que ni siquiera hace falta convocar de nuevo la ponencia de autogobierno y que podría prolongarse en el tiempo tanto como convenga a los intereses del momento.
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.