El nacionalismo celebra el Aberri Eguna en los balcones y en las redes

Como cada año en los últimos tiempos, la división entre los peneuvistas y la izquierda abertzale marcó la efeméride que empezó a celebrar el PNV el Domingo de Resurrección de 1932, aunque las circunstancias obligaron a todos a festejarlo de igual manera y les unieron también, a las doce y media del mediodía, en un minuto de silencio por los fallecidos. No faltó, aunque sea a distancia, la solidaridad del soberanismo catalán: Puigdemont se sumó a la convocatoria de Euskal Herria Batera -la misma a la que se adhirieron EH Bildu, LAB y Elkarrekin Podemos, que insistió en el mensaje, por boca de Miren Gorrotxategi, de que su patria «es la gente»- y Quim Torra publicó un mensaje de ánimo en sus redes.

Los jeltzales, que acostumbraban a conmemorar el Día de la Patria en la Plaza Nueva de Bilbao, se conformaron ayer con una prolija galería de fotos y vídeos de sus militantes planchando las ikurriñas para tenerlas a punto y de sus líderes, representantes institucionales incluidos, colgándolas. También el lehendakari Urkullu, que engalanó la terraza de su casa de Durango. No obstante, el jefe del Ejecutivo vasco evitó pronunciar, como es habitual, un discurso de Aberri Eguna. Fuentes jeltzales explicaron que la celebración era un «acto de partido» y este año, al no organizarse, y para no comprometer su «papel institucional», Urkullu prefirió no confundir planos. Se limitó a mencionar en su saludo en la conferencia de presidentes que ayer era «un día especial en Euskadi» y a publicar un escueto tuit en el que prescindió, eso sí, de mensajes políticos. Según subrayó, el de 2020 es el Aberri Eguna «de las personas», centrado en «cuidar a los más necesitados» y en «fomentar la solidaridad y la colaboración».

Más épica le echó Andoni Ortuzar, ya desde su llamamiento a participar la víspera en el único balcón de la casa original de Sabino Arana que sobrevivió al franquismo. No obstante, el líder del EBB tampoco hizo ayer un discurso como tal, en tono mitinero, sino que se limitó a difundir un vídeo en el que leía el manifiesto ya dado a conocer el miércoles. «La institucionalización plena de la nueva Euskadi, comenzada hace ahora cuarenta años, debe proseguir de manera decidida», incidió Ortuzar, que se marcó como reto conseguir las «máximas cotas» de autogobierno y «capacidad de decisión para el pueblo vasco». Eso sí, puntualizó que la «prioridad» del PNV ahora es «cuidar y proteger» a los vascos, la «mejor manera de construir nación».