Políticas vascas con destacados puestos de responsabilidad institucional dan su opinión sobre la polémica en la que se ha visto envuelta la primera ministra finlandesa, Sanna Marin, tras la filtración de varios vídeos festivos en los que se la puede ver cantando y bailando en ... una fiesta privada. Eider Mendoza (PNV), Mertxe Aizpurua (EH Bildu), Idoia Mendia (PSE-EE), Pilar Garrido (Unidas Podemos) y Laura Garrido (PP), se suman al debate a petición de este periódico y en su mayoría reivindican el derecho de las políticas a divertirse.
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La primera política vasca en mostrar su apoyo a Marin fue Beatriz Artolazabal. La consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales expresó en Twitter: «Como Sanna Marin soy mujer y soy política. Me gusta la fiesta y bailar». Dejó claro que «todas las mujeres, también quienes tenemos responsabilidades políticas e institucionales, tenemos derecho a pasárnoslo bien con nuestra gente».
La también jeltzale Eider Mendoza, portavoz en la Diputación de Gipuzkoa y diputada de Gobernanza recuerda que Marin, además de primera ministra, «también es una persona de carne y hueso». Considera que es «natural y deseable» que lleve una vida personal «plena», lo que incluye una vida familiar y social activa. «Todas las personas necesitamos de un espacio privado donde disfrutar y socializar», algo que considera «indispensable» para conseguir equilibrio y solidez personal, «que son importantes para todos los ámbitos de la vida, también el profesional».
Desde EH Bildu, su portavoz en el Congreso apunta que si hubiese sido un hombre a quien se viera en esos vídeos, «ni siquiera hubiese sido noticia». Mertxe Aizpurua esgrime que la primera ministra finlandesa «no ha cometido ninguna infracción, no ha hecho dejación de responsabilidades, no ha ofendido ni atacado a nadie, simplemente se ha divertido con sus amigas». «Ha bailado y bebido alcohol sí, ¿Y?», expresa convencida de que una mujer joven con responsabilidades políticas salga y se divierta no debería generar «ni polémica ni debate». A su juicio, que se cuestione que Marin, «una mujer, joven y con grandes responsabilidades se 'atreva' a divertirse» es la evidencia de lo que aún queda por recorrer «para terminar con los prejuicios y valores de una sociedad machista». Aizpurua añade que, al igual que muchas otras, «a las mujeres que trabajamos en política también nos gusta divertirnos y salir de vez en cuando. Y tenemos todo el derecho a hacerlo».
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La vicelehendakari y consejera de Trabajo y Empleo, Idoia Mendia, cree que es «el paradigma de una corriente de fondo» en los últimos años que cuestiona el comportamiento de las mujeres en general, «de las que alcanzan situaciones de poder en particular, y muy específicamente de quienes somos de izquierdas». «Aquí se cuestiona que una mujer joven pueda divertirse como quiera, y hay quien lo utiliza para cuestionar que alguien que se divierta pueda dirigir un país», lamenta.
La dirigente del PSOE cita que hace unas semanas se cuestionaba la libertad de su compañera Adriana Lastra para decidir sobre su vida y su maternidad, recuerda el salto atrás en décadas dado en EE UU con la legislación sobre el aborto o la pretensión de que las mujeres «sientan miedo y no disfruten de las fiestas igual que los hombres, con la extensión de pinchazos que amedrentan». Denuncia que «llevamos tiempo viendo que cada paso adelante en normas que favorecen a las mujeres es contestado con amenazas de volver atrás». Estas campañas, dice, merecen «todo el desprecio social y político, y deben servirnos de alerta para no bajar la guardia en los espacios que hemos ganado».
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Pilar Garrido, que además de diputada en Madrid es la líder de Elkarrekin Podemos en Euskadi, relaciona la polémica «con el machismo estructural». Advierte que se valora negativamente que una mujer, que además es un alto cargo, «pueda disfrutar libremente de su tiempo, del ocio, de sus amigas, de la fiesta». En su opinión, las mujeres «estamos mucho más expuestas a la crítica que los hombres por nuestros comportamientos en la vida privada» y cree que no es casualidad que muchas hayan salido en defensa de la ministra finlandesa grabándose vídeos similares. «Nos reconocemos y sentimos como nuestro ese ataque, porque es un ataque», asegura.
«Se usa la vida privada de las mujeres para destrozar nuestra vida profesional o política. Se nos critica por la ropa que llevamos, por nuestro aspecto, por nuestras relaciones, por nuestras juergas... A veces se hace como de casualidad, con comentarios, con bromas, con noticias superficiales, pero todo eso traduce un modelo de sociedad patriarcal donde la igualdad entre hombres y mujeres no es a día de hoy una realidad», expone. Coincide en que queda camino por recorrer y derechos por conquistar. «Y, como decimos las feministas, la revolución nos pillará bailando y queriendo ser felices», destaca.
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Laura Garrido, secretaria general del PP vasco, resume que «una conducta es reprobable o no es reprobable independientemente de que se sea mujer o se sea hombre».
«Todas las personas necesitamos de un espacio privado donde disfrutar y socializar»
«No ha ofendido a nadie, solo se ha divertido con sus amigas. Ha bailado y bebido alcohol, sí. ¿Y?»
«Hay quien lo utiliza para cuestionar que alguien que se divierta pueda dirigir un país»
«Como decimos las feministas, la revolución nos pillará bailando y queriendo ser felices»
«Una conducta es reprobable o no es reprobable independientemente de que se sea hombre o mujer»
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