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La reforma del Concierto Económico recibió este jueves el visto bueno de la mayoría del Congreso. La modificación, que transfiere tres nuevos impuestos a las haciendas vascas, salió adelante con el apoyo de todos los partidos excepto Vox y Cs. En pleno debate sobre la ... financiación de las autonomías de régimen común, del que el País Vasco y Navarra nunca salen bien paradas, la ministra de Hacienda negó que el Cupo sea un «privilegio». Fue el guiño del Gobierno, su respuesta a las voces críticas. El PP también reivindicó el sistema tributario vasco, aunque pidió al PNV que «no lo utilice como un elemento de pulsión».
La reforma llega en un momento delicado. La llamada a abrir el debate sobre la financiación autonómica ha ido ganando intensidad durante los últimos meses, hasta unir a un buen puñado de líderes regionales pese a su diferente signo político. Extremadura, Castilla-La Mancha, La Rioja, Asturias, Aragón, Castilla y León, Galicia, la Comunidad Valenciana y Cantabria exigen que se establezca un modelo «más justo».
María Jesús Montero, sin embargo, aseguró que la reforma «no significa ninguna ampliación de privilegios» sino «un estricto cumplimiento de la Constitución». Mediante esta adaptación, tres nuevas figuras impositivas pasarán a ser recaudadas por las diputaciones: el IVA al comercio electrónico, el impuesto de transacciones financieras -la denominada 'tasa Tobin'- y el impuesto sobre determinados servicios digitales -conocido como 'tasa Google'-. Según las previsiones de las haciendas forales vascas, estos dos últimos gravámenes aportarán 175 millones de euros a sus arcas. El Congreso materializa así el acuerdo alcanzado en la Comisión Mixta del Concierto que el lehendakari arrancó a Sánchez a cambio de acudir a la Conferencia de Presidentes del pasado mes de julio en Salamanca.
Vox y Ciudadanos fueron los dos únicos grupos contrarios a la reforma. Desde la bancada liberal, María Carmen Martínez volvió a hablar de «cuponazo», y denunció la «cacicada» que, a su juicio, han protagonizado el Gobierno, PP y PNV al tramitar la reforma fiscal mediante lectura única. En su opinión, esta modificación ahonda en las «ventajas» de Euskadi respecto a otras comunidades de régimen común. Por su parte, el diputado de Vox José María Figaredo arremetió contra el Cupo denunciando el «oscurantismo» de su cálculo.
A pesar de las críticas, el PP se alineó con el PNV, el Gobierno y el resto de los socios de Sánchez en este asunto. Los populares ya apoyaron que la actualización del Concierto se hiciera mediante el procedimiento exprés. Eso sí, el diputado popular Mario Garcés instó ayer a los nacionalistas vascos a sacar de la pugna política el debate del Cupo, y a que sea utilizado «adecuadamente». Esto es, para bajar la presión fiscal.
Desde la bancada jeltzale, la diputada Idoia Sagastizabal defendió el Concierto, el «amplísimo» apoyo social con el que cuenta y la relevancia de su reforma: «un paso más en el autogobierno y la autonomía fiscal». Por su parte, la portavoz de Bildu en el Congreso, Mertxe Aizpurua, también reivindicó la modificación, aunque criticó que suponga «el precio que tiene que pagar el País Vasco por estar atados al Estado español».
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