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La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, limitó este viernes el alcance del acuerdo suscrito con ERCpara conceder una «financiación singular» a Cataluña. La «vocación» es que «a lo largo del tiempo» la Generalitat pueda recaudar «gran parte de los impuestos», pero a corto plazo su impacto será mucho menor. De hecho, la también número dos del PSOE reconoció que en 2026 solo afectará al IRPF.
El pacto firmado con Esquerra para lograr la investidura de Salvador Illa sigue sumergido en una nebulosa plagada de declaraciones ambiguas. Tanto los republicanos como el PP recalcan que, en la práctica, es un 'concierto' muy similar al vasco. Los republicanos lo consideran un logro histórico, mientras los populares lo ven como la mayor demostración de la entrega de Pedro Sánchez a los nacionalistas.
En medio están los socialistas, que sin querer desairar a Esquerra tratan de calmar el malestar que se ha generado internamente en algunos territorios. Por ejemplo, Andalucía. Y fue en esta comunidad donde Montero intentó hacer equilibrios.
La dirigente andaluza –fue consejera de Hacienda conSusana Díaz en la presidencia de la Junta– se vio obligada durante un acto celebrado en Cádiz a responder a la gran pregunta: si el acuerdo entre el PSC y ERC «va a implicar la cesión del 100% de los impuestos» a Cataluña.
Lo que dice y lo que no dice
Montero puntualizó que dicho acuerdo «dice muy claramente cuál es la vocación que tienen del autogobierno determinados partidos políticos y, por tanto, cómo podemos acompañar esa voluntad». La titular de Hacienda se esforzó en recalcar que de «lo que se habla es de que, de forma paulatina, a lo largo de los años, a lo largo del tiempo», sea Cataluña la que recaude buena parte de los tributos, pero que «ahora mismo lo que hay es respecto al IRPF, que es lo que aparece en el acuerdo».
Montero evitó ir más allá. Con una calculada ambigüedad, resaltó que «todo lo que no aparece en el acuerdo no está ni pactado ni decidido» y se tendrá que desarrollar «con las normas que pongamos en marcha cuando terminemos de concretar todos los extremos que ahí se contemplan».
La respuesta desde Cataluña no tardó en llegar. Fue el secretario general de Junts, Jordi Turull, quien aprovechó para volver a restar importancia al acuerdo firmado en verano entre el Gobierno y ERC. Un documento que los posconvergentes siempre han puesto en cuestión.
Turull, tras escuchar las declaraciones de Montero, aseguró que el Gobierno «va echando más agua al vino». «Miramos con preocupación lo que se firmó y las explicaciones que va dando cada vez el Gobierno», expresó en declaraciones en la Fira de Sant Mique, en Lleida. «Alguien vendió o explicó que había una gran victoria y que esto justificaba un cambio político en Cataluña y justificaba romper la unidad independentista», insistió Turull.
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